Punto y aparte




Cuántas veces enderecé la pluma
por trazar senderos alineados.
Amaneció líquida cada hebra de añil,
los puntos suspensivos por señal...
Mis dedos te ofrecieron todas las palabras.

Los recuerdos me traían
tanta escritura posible…
Se encendieron los surcos
paralelos, blancos, luminosos.

Sin tiempo para los matices,
tus manos no se expresaban,
solo bocetos de aristas y ángulos,
quebraste todas mis líneas.

Un latido profundo
me arrancó las mayúsculas.
La tinta ardía en cada letra,
no podía escribir el final.
El papel arrugado
fue un vuelo entre las llamas.

Hoy sé que curvaste los renglones
de aquellos días que borro del calendario.
Ahora escribo en hojas sin pautar,
cierro cada guión con un punto.
Y me aparto.

(Marzo de 2011)