Desajuste

La foto es de
Santiago Solano


       Opaco no es el niño que era. Ha crecido lo menos uno coma seis pies. Le ha sobrevenido una voz de adulto muy marcada. El yo digital de Onésimo Painel, cuando habla a través de él, tal parece que fuera una sola cosa con el cuerpo orgánico que usa. No ocurre así cuando la carne es utilizada por el yo digital de Adrián. Hay ciertamente un desajuste. Es como si esa voz y lo que dice fueran elementos contrapuestos.
       De ahí la sensación de extrañeza de todo el que le escucha, como si una ausencia invisible pero necesaria lo quebrara todo.

Décimas “Del barro se rehace”





Orgullosa yo me siento,
soy una mera aprendiz,
que aprende de su desliz
sin levantar aspaviento.
Hablamos de sentimiento,
cuando él, dulce se hace,
de dentro solo renace
y del suelo su voz crece,
tal como el verso merece
si del barro se rehace.



Que no cause descontento,
no importa perder cordura,
si versamos con soltura
poniéndole buen acento.
Que no quede sólo en tiento
y el verbo sea espinela,
si de la boca ella vuela
separando paja y grano
en este punto cubano
hecho con mucha cautela.


Y aunque no soy una gata
saltando por el tejado
voy haciéndome un forjado
sin cometer una errata.
Itaca la envuelve en guata,
por el parnaso la vuela
prendiéndola con candela,
enhebrándola en el labio
lejos de todo resabio
por si hay a quien le duela.


Sólo así vamos versando
conformando hombro con hombro,
queriendo causar asombro,
si la vamos engarzando.
La iremos así ensamblando
versando de buena gana
con una buena voz llana
que rompa dentro del pecho,
lo que para mí es un hecho.
¡Debe lucir color grana!

Ser


Ahora es tiempo de inventar luces.
Tiempo de dudas que matan,
encerradas en cárceles sin cielo,
con las alas rotas.


Nacer una vez más, abrir los ojos.
Llorar lo justo, sonreír...
Vivir lo necesario.
Escribir nuevos versos.




Invitación

Estimados amigos.
Será un placer estar con vosotros en la
Feria del Libro de Madrid


Otras cosas




El yo orgánico de Elías 
Quimey ve otras cosas. Hay un libro
de tapas blancas en el centro
exacto del círculo que es la mesa:
patas enfermas de tiempo y olvido,
bajo un mantel
color hueso que cuelga
diez centímetros más allá
del borde y tapa la madera,
bajo el cristal.





Lleva el título cinco
palabras: Cien cookies… y un café.
Y nada más. Ninguna referencia
al autor. La habitación
viste asimismo las paredes
de blanco. Los techos bajan con líneas
curvas de sombras hasta el ángulo
de las puertas. La lámpara
de cerámica pinta
geometrías romboidales de luz
y angustia.     





Números impares

Extraído de Google
       El yo digital de Elías Quimey examina la estructura de las esferas. Hay en ellas un desorden que parece buscar la inexactitud del número impar, una informidad frente al exacto orden binario en el que su Inteligencia Artificial arde. Los escalones que llevan a las distintas estancias que contiene cada esfera, habitaciones por cierto llenas de elementos trascendentes – los humanos hubieran dicho palabras- , van siempre en grupos de tres, cinco, siete, nueve y once escalones, anudados entre si por un rellano de silencio.
       Y sin embargo el resultado es igual en todas ellas: lo esferoidal, ciento un latidos de humanidad.

El jazz rasga con dulzura

     El jazz rasga con dulzura las nostalgias del corazón. La desbordante magia del saxo dibuja nuevas ilusiones a lo largo de una senda misteriosamente caótica. Todo es luminosidad, multitud de versos recorren los clubs y cafés buscando las razones de los poetas, sus palabras van cargadas de quejas y gritos contra una sociedad que les da la espalda. Sus demandas caen en el saco roto de las desdichas, en donde la verdad se oculta en metáforas alocadas que pregonar absurdas necedades que nadie quiere escuchar, no les interesa saber lo que encierran aquellas palabrejas tan extrañas e inconexas. Quién puede entender a estos individuos que se ocultan tras barbas de varios años? Da un no sé qué aquellos ojos llenos de madrugadas donde se adivinan estrellas, ebrias de ginebra barata, dando la nota. Son seres muy curiosos.

     El jazz sigue sonando y llenando el ambiente de lejanos amaneceres, los versos, atentos, aguardan las excentricidades de las musas aburridas, pero ya les da igual todo, no se quieren complicar la vida, que se mojen los poetas, ellos son los responsables de las gilipolleces metafóricas que claman a los cuatro vientos.

     El saxo juega con sus ritmos, las notas embriagadoras logran sacar a bailar a los tímidos versos que se afanan por comprender lo incomprensible, pretenden arreglar un mundo que, por momentos, parece perder la cordura.

     Los poetas hablan y hablan, comparten miserias. El jazz les anima a continuar su lucha utópica, seguirán, mientras les dejen, jugando con díscolas palabras tratando de poner algo de cordura en este mundo desquiciado, aunque esta cordura también sea metafórica.

     El saxo, con su nostalgia desbordante, impone su maravillosa ley y los poetas empiezan a escribir, sobre las lentas horas de la noche, sus últimas metáforas de la vida.

Tres vidas

Extraída de Google


Hay un camino junto a un lago,
bajo un árbol extraño y denso,
donde se bifurcan tres vidas,
tres razones de lo incierto.


A los quince elegí la que descendía,
cuesta abajo, simple y rápida.
Sin miedos, de sangre fría,
el sitio casual para una joven lápida.

Un mural de sensaciones,
el local del tahúr tiempo.
Un camino que has de desandar,
si no quieres acabar muerto.


A los treinta elegí la que asciende,
la que te encoge el corazón.
Bombeando para subir la cuesta,
donde espera el amor.


Y llegué a lo más alto,
a la cota acostumbrada,
y el miedo al día a día,
tiró de mi, a que bajara.


Ahora tengo cincuenta,
y he vuelto bajo el árbol.
Estoy mirando a la tercera,
la que es llana como un manto.


Me han dicho que es muy corta,
que atraviesa un viejo prado.
La experiencia, que ya es mi sombra,
Me dice que disfrute un rato del lago.


Hay un camino junto un lago,
bajo un árbol extraño y denso,
donde se bifurcan tres vidas,
tres chisteras para un mago.


Eros 2100


Foto extraída de Google





Para leer este poema 
es necesario un procesador 
Pentium III



Se dispuso a leer el CD-Rom
con la imagen virtual
de su colega de trabajo,
obtenida sin que ella lo supiese.


Cristina apareció en pantalla
hermosa y deseable.


Activando el icono «Desvestir»
fue desnudándola con sabios
desplazamientos del ratón.


Introdujo su propia imagen en pantalla 
y comenzó a dar vida
a las dos entelequias
que enlazaron sus manos
mirándose a los ojos tiernamente.


Y como disponía
de un variado menú de actividades, 
se bebió una cerveza,
encendió un cigarrillo
y reclinándose en la silla
pulsó el icono «faire l'amour».



... de Alucinación, Sial/Fugger Poesía, 2004




Frío humano

Extraída de Google


Siento frío amigo.
No del común.
No del que se siente en la piel,
del que pudiera defender con mi ropa.
De ese que solo trae la distancia,
tan dañina y regeneradora a la vez.
Del que padece quien se queda,
anclado al puente, al pueblo, al río.
Ya ni las fotos ofrecen el calor necesario.
Y las escasas palabras escritas son copos de ausencia 
                                                                   [que se suman

Siento frío amigo.
No del invierno .
No del que se siente caer.
Frío humano.
Del que trae estar tan lejos.
Frío, del de volverte a ver.

Esas horas

Extraída de Google







Se acercan a la idea
inflaman de amor eterno
en el meandro del ojo
en un barco que se va.

Incubadas en misterio
con el aliento pálido
con el vaivén de la piel
las horas que murmuran
canciones de sombra
mantienen su estrategia
vigilan el deseado gemido
que envuelve la vela
en el renacer del desvarío.



Presentación



El pasado 21 de mayo de 2015 se presentó en la
Asociación de Escritores y Artistas Españoles, Madrid,
mi último libro titulado

El yo digital de Elías Quimey
y otras historias inverosímiles


       Quiero dar las gracias desde aquí a todos cuantos me acompañaron en ese momento tan intenso de mi vida, a todos cuantos desde la sala y desde los espacios internaúticos, han hecho posible que me sintiera arropado y querido, que es lo más grande a lo que pude aspirar un escritor.
       Para los que no pudieron asistir al acto, sea cual sea la circunstancias que se lo impidió, y quiera hacerlo ahora, aquí os dejo el vídeo del mismo. Ya sé que no es lo mismo, pero es lo que queda de todo aquello, ahora ya sí sólo dígitos para el recuerdo.
       Una abrazo a todos y muchas gracias por vuestra atención.
  


El jazz recorre los silencios

El jazz recorre los silencios
penitentes de la noche.

El poeta, infatigable soñador,
busca aquellos versos
que le permitan alcanzar
las esperanzas luminosas
del amanecer.

Las notas juguetonas
esconden sus vergüenzas 
tras la roída alfombra
de los recuerdos.

Una cuartilla en blanco 
se va llenando de sueños
imposibles, presentimientos 
enloquecidos por el embriagante
sopor de la soledad.

El saxo fustiga al delicado piano
con su dolor amargo.

El piano aguanta los insultos
borracho de una ginebra
barata, trata de
enarbolar su delicadeza
habitual.

Pero es imposible,
las notas luchan entre ellas
y no se ponen de acuerdo.

La cuartilla se llena de palabras
que, seguramente,
se pierdan en un poema
desconocido.

El jazz saborea con la luna
el último sorbo del amanecer.

Autómata

Extraída de Google
       Una vez conocí a un Autómata… y debo reconocer que me dio miedo. Descubrir en sus ojos su extraño mundo, paralelo al real, donde parecía vivir totalmente complacido y ermitaño, me produjo una sensación grotesca y fascinante a la par.
       Trabajador eficiente. Nieto, hijo y padre abnegado, le conferían la apariencia de un ser humano normal, aunque no lo era; no podía serlo.
       Las preguntas que surgieron de mi boca, no parecían inmutarlo: ¿qué sientes?, ¿eres feliz así?, y solo obtuvieron una anodina e irónica mueca, adscrita a la mínima expresión del dibujo de una sonrisa, por respuesta. Ahora sé que no es el único. 
       Las normas establecidas eran el bastón donde apoyaba su mecánica vida, sin salirse un ápice de la ruta impuesta. Efectivo y obstinado como el reloj que parece dirigir nuestro universo. Irreal pero partícipe afiliado del ¡tic tac! que gobierna hoy a la raza humana. 
       Los días los pasaba admitiendo solo el calculo matemático primigenio; (1, 2, 3...) y las sensaciones, los sentimientos, la empatía, los atesoraba cual avaro contable dispuesto a recaudarlos como simples tributos bien administrados de un tercero. 
       Nada parecía tener el valor o la necesaria fuente de inspiración para sacar de él más que lo requerido por la obligatoriedad del sistema; y aún así creo haber hecho un amigo. Insultante a veces, pero inquisitivo de la necesaria confirmación de su existencia, hemos suscrito una especie de contrato amistoso: del que se guarda en Diarios, Cajas de Pandora o silenciosas condenas. 
       Siempre tengo frío ante su presencia, sus ojos emiten un magnetismo difícil de eludir, difícil de esconder. E inmediatamente, nuestras profundas conversaciones enervan la temperatura de mi volcán interno, del yo más sincero, cuando no parece acatar más que su equilibrada sinrazón. 
       Agnóstico, ateo, atemporal, se sirve de mis miedos para reafirmarse en su arcaica doctrina. No le conmueven ni mis lágrimas internas: las que provocan la maldad que anida, a diario, en este mundo tan frágil y obstinado. Ni guerras, ni hambres, ni intransigencias doblegan el armado muro que ha construido alrededor de su corazón, y tan sólo la pequeña ventana, dejada para atender a los suyos; cual reja de claustro y en la que yo me asomo a veces para confirmar que sigue ahí, le confunden, como a mi su apariencia humana. 
      Me he prometido insistir, intentar, lograr, que se desconecte de esos imaginarios cables que lo anclan a su rancio futuro. Al que nos llevan con las manos atadas, líderes autómatas como él. 
       Ahora recuerdo la primera vez que nos encontramos… ante el espejo. Y debo reconocer ... que tuve miedo. 


Nota: 
Para cualquiera que se sienta preso 
de esos hilos invisibles, si no se libera, 
el futuro siempre será decidido por otros.

Feria del Libro de Madrid


Mujer rota



Se desmayó en gris el blanco
de tu vestido de novia.
Rodaron como las horas
las perlas de la desdicha.


¿Quién dijo que traían mala suerte?


Cierras las puertas al llanto;
habitación incendiada
y haces leña de los muebles
alimento de tu hoguera.


Si crees que llorar es necesario,



hazlo antes de que hierva el agua.
Olvida que sinrazón
desmayó la mano alada
sobre el fuego redentor.


No es fácil ser mujer hecha de encajes.


Puedes huir tras las cenizas,
no ser fiel a tus principios.
Comienza desde la niña
y reescribe tu poema.

El largo viaje de tus lágrimas

Extraída de Google

La primera lágrima la forjó un beso,
furtivo, entre las sombras.
Un rumiado flirteo, unos ojos, una boca.

Asomada al balcón de los sueños,
inició su errático viaje.
Un sendero a lo incierto,
el clamor ingrávido del peaje.

Vuelve a empujar un compromiso,
una deuda concertada.
El resplandor de aquel anillo,
que era el inicio de la palabra.

Vagando por la mejilla,
muy despacio, caminó.
Colocada en su guía,
rumbo al amor.

Por un segundo se frena,
atajada por la duda,
El rumor de una aventura,
pero el descenso concatena.

En la comisura también titubea
es tan grande el precipicio.
El dolor de una larga espera,
y llegaron los hijos.

Por ellos también surca,
un breve espacio infinito.
La senda del proscrito,
donde una madre nunca disgusta.

Cuan distante el tiempo,
que al borde la llevó.
Casi cincuenta inviernos,
hasta que la muerte lloró.

El largo viaje de tus lamentos,
muchas huellas va dejando.
Y en el camino, resecando,
furtivos, atajados y sedientos.

Aún te escribe versos

Extraída de Google

A ratos mi mente conversa contigo,
y ya no pide, solo susurra.
Te quiere explicar que las rosas te echan de menos
cuando se abren cada mañana.
Y recurre al momento más simple,
a la tarde cobijada bajo la manta.
Cuando cree ver tu sombra en el espejo,
y que le devuelves la mirada.

Le han quedado sueños pendientes,
y otra última copa en el porche.
Se acuerda de verte dormida,
y de tu calor impregnado en las sabanas.
Se siente confundida sin ti,
cree que ya no la quieres.
No quiere reconocer,
que tu marcha no fue programada.

Aún le quedan trozos de ti pegados,
aún se acurruca en tus senos,
aún recuerda tu aroma,
aún te escribe versos.

Tartine de pólvora




       En la mesa de Assetou había miel, paté, mantequilla, queso azul y mermelada de manzana. También, algo más apartadas, algunas rebanadas de pan dulce, listas para ser untadas. Ese, precisamente, era el plan, la tartine de Assetou; ¿llevaría finas hierbas? ¿Salmón? ¿Frutos secos? ¿Una fresa?... Los ojos del glotón corrían sobre la madera como dos arañas de recebo, clavando sus colmillos aquí y allá. 
      Por fin se decidió; dejó la silla y caminó hacia el pan, con una idea definida de lo que éste llevaría encima, deleitándose con la imagen. Pero entonces tropezó —¡maldita pata de la mesa!—, dio cabriola y media en el aire y como el que no quiere la cosa acabó sentado en una silla borgoñona, en la ciudad de Chalon-sur-Saône.
      —¿Te has decidido ya?
      Assetou no supo qué contestar; a su repentino interlocutor no parecía preocuparle el tartine. Tenía el rostro famélico, sucio, y unos ojos oscuros que nada podían entender de recetas y sabores. Por momentos, Assetou temió encontrarse ante un asesino. Quiso explicar que se había levantado sólo para coger un poco de pan, que tras mucho pensar tenía claro los ingredientes del bocado, pero el extraño continuaba empeñado en que debía decidirse.
     —Acero o pólvora, tú decides.
     Entonces comprobó que no estaba solo; detrás de él había una fila de individuos malcarados, aguardando con impaciencia su turno para elegir.
     «La pólvora es como la pimienta», pensó en voz alta, y se vio con un mosquetón en las manos, una cartuchera al hombro, y empujado hacia la puerta de salida. Fuera había un barrizal maloliente, con varios cerdos hocicando (¡bacon de vacaciones!), y un grupo de hombres armados formando ante un individuo con una sopera en la cabeza. ¡No, era un antiguo casco de arcabuzero!
      —¡Amigos! —gritó—, ¡vamos a darle su merecido a ese desalmado de Turgot, y a la horda de ladrones que roban el pan de nuestra mesa!
      «¡Sí!», gritaron todos alzando las armas.
      —¡Hoy haremos una visita al gordo Diddier, cuyo molino ha duplicado el precio de la harina en sólo unos días! ¡Le haremos entrar en razón!
      —¡El viejo Diddier no vive solo! —advirtió alguien entre la tropa— ¡Su mujer y sus hijos le acompañan en todo momento!
      —¡Se apartarán! —respondió el otro con seguridad.
      —¿Y si no lo hacen?
      —¡Acero o pólvora, amigos míos, acero o pólvora!
      «¡Acero o pólvora!», gritaron todos.
      —¡Bien, ha llegado el momento! ¡Esta noche, vuestros hijos dormirán con el estómago lleno! ¡Seguidme!
      Assetou fue arrastrado por aquel ejército de hambrientos. Trastabillando con el mosquetón entre sus manos, sin saber cómo terminaría todo, exclamó:
      —¡Amigos, yo no sé disparar! ¡Dejadme volver a mi mesa!
      Pero el cabecilla de la revuelta, que escuchó sus palabras, se le acercó, colocó una mano sobre su hombro y con la otra señaló hacia el molino blanco que braceaba en la campiña. Las armas ya habían empezado a tronar, y se oían algunos gritos de hombre, mujer y niño. En algún lugar un cristal se hizo añicos, y la tela de uno de los brazos giratorios bailaba movida por el aire, como una bandera rota.
      —¡Allí, Assetou, mira bien, allí está tu pan!





Do Conhecimento


Crédito de imagem: Platäo



       Com o aparecimento da Psicologia Científica, mais precisamente o Behaviorismo², foi dado um salto do Subjetivismo e da Intuição para o Objetivismo.
       Pela primeira vez pareceu possível construir uma Psicologia que lidasse apenas com os fatos observáveis.
       O criador desta psicologia – J. B. Watson (1878/1958) – combinou o princípio do Condicionamento de Pavlov com as ideias que ele mesmo havia desenvolvido e apresentou ao mundo a posição que ele chamou de Behaviorismo.
       Nela ele apresenta sugestões para “melhorar” o ser humano, nega os instintos inatos de inteligência e os dons inatos. O conceito de Consciência (alma, para o subjetivismo) é rejeitado e, mesmo que exista não pode ser provada a sua existência por nenhuma experiência científica.
       Para os behavioristas, a Consciência constitui-se num armazenamento de reações aprendidas (condicionadas), isto é, respostas aos estímulos oriundos do meio ambiente.
       Para o Behaviorismo, um bebê possui uma constituição inata, porém, composta de reflexos desordenados, embora tenham uma causa. O que uma criança herda é a estrutura de seu corpo e seu funcionamento. Não há nada de mental. A esta constituição inata, são acrescentadas as outras reações (condicionadas). Tudo o mais é aprendido. Enfim, o bebê reage aos estímulos do meio ambiente.
       Baseado nisso, o problema geral do behaviorismo é primeiramente o de “prever” e “controlar” o comportamento; em seguida, determinar quais estímulos provocam certas respostas e determinar as respostas provocadas por quaisquer estímulos.
       Vamos nos deter um pouco em algumas considerações sobre o Subjetivismo e o Objetivismo.
       Numa relação cognitiva – Sujeito e Objeto – o Subjetivismo procura fundamentar o conhecimento no Sujeito. É ele o centro de gravidade do conhecimento. O mundo das ideias e o conjunto dos princípios do conhecimento estão localizados no indivíduo – é dele que depende a verdade do conhecimento humano.
       Lembremos que com a palavra “sujeito” não se pretende significar o sujeito concreto, individual, mas sim, um sujeito superior e transcendente. Dele - e não do objeto – recebe a consciência os seus conteúdos. E, por meio destes supremos conteúdos, destes princípios e conteúdos gerais, levanta a Razão o edifício do conhecimento. Este se acha fundado, por conseguinte, no absoluto, em Deus.
       No outro extremo da relação cognitiva, encontramos o Objeto – o Objetivismo. As ciências creem, por excelência, que é o Objeto que determina o sujeito. O objeto representa uma estrutura totalmente definida. Estrutura que é reconstruída pela consciência no ato de conhecer. Em outras palavras, o sujeito reproduz as propriedades do objeto.
       Pois bem, voltemos ao ponto em que havíamos parado. As ciências nos têm dado tantos conhecimentos práticos, úteis e bons que, ao surgir uma Psicologia que também pretende ser prática, útil e boa – ser uma Ciência -, é aceita simplesmente, sem uma reflexão maior. Ao fazermos isso, estamos, também, aceitando o Objetivismo que é próprio da Ciência.
       Esta aceitação automática de uma Psicologia Científica nos afasta cada vez mais – quase imperceptivelmente – de um pensamento subjetivo, no qual o homem é mais do que uma máquina que dá respostas esperadas por um programa previamente elaborado e introduzido nela – no homem.
       Volto a dizer que não podemos discutir as realizações das Ciências, mas daí a estudar o Comportamento Humano, com os mesmos métodos usados pelas outras ciências, pede uma reflexão maior e mais cuidadosa.
       Quanto mais pensamos o homem em termos Objetivos, mais tenderemos a encará-lo sob um aspecto materialista, mecanicista e determinista e, portanto, desprovido de uma individualidade e de um livre-arbítrio.
       Passamos de uma época em que a consciência humana recebia os seus conteúdos de Deus, para outra em que ela recebe seu conteúdo do meio ambiente. Houve uma troca – trocamos o divino pelo humano.
       Tem-se dito que nos tempos atuais, o homem está à procura de algo que o satisfaça. Está numa busca desenfreada de um significado para a sua vida. Talvez fosse aconselhável pensarmos sobre esta mudança do centro de gravidade. Senão para voltarmos ao subjetivismo, pelo menos para nos localizarmos no tempo.
       Não ignoro que o exposto acima é apenas uma opinião mal alinhavada sobre o tema. Penso que todo trabalho que pretenda chegar ao conhecimento sobre um assunto, deve ser exaustivamente baseado numa bibliografia e/ou numa pesquisa experimental (em que a bibliografia é essencial). Do contrário não podemos saber o que significam os termos e fica à nossa imaginação, grau de conhecimento ou fantasia o significado que lhes atribuímos.
       Na opinião dos psicanalistas, este trabalho parte de uma premissa que eliminaria quase que toda a ciência do nosso século: fatos observáveis. Não concordo. Entretanto, não ignoro que se desejar defender minha posição, será necessário defendê-la de modo científico, lendo mais e anotando a bibliografia de meus trabalhos para que meus termos possam ser definidos.
       Por outro lado, penso que mesmo depois disso ser feito, estarei de posse da minha penúltima opinião sobre o tema e não do conhecimento dele – e muito menos da verdade.



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Traducción al español que ofrece Google


       Con el surgimiento de la psicología científica, con la mayor precisión Behaviorismo², se le dio un salto del subjetivismo y la intuición para objetivismo.
       
Por primera vez parecía posible construir una psicología que se refería únicamente a los hechos observables.
       
El creador de esta psicología - JB Watson (1878/1958) - combina el principio de condicionamiento pavloviano con las ideas que él mismo había desarrollado e introducido el mundo a la posición que él llamó el conductismo.
       
En él hace sugerencias para "mejorar" el ser humano, niega la inteligencia instintos innatos y dones innatos. El concepto de la conciencia (alma, el subjetivismo) se rechaza y, incluso si no se puede probar su existencia por cualquier experimento científico.
       
Para los conductistas, la conciencia se constituye en un almacenamiento aprendido reacciones (acondicionado), es decir, las respuestas a los estímulos procedentes del medio ambiente.
       
Para el conductismo, el bebé tiene una constitución innata, sin embargo, consiste en reflexiones desordenadas, aunque una causa. Lo que un niño hereda es la estructura de su cuerpo y su funcionamiento. No hay nada mental. En esta constitución innata, se añaden otras reacciones (condicionado). Todo lo demás se aprende. De todos modos, el bebé responde a los estímulos ambientales.
       
Basado en esto, el problema general del conductismo es principalmente para "predecir" y el comportamiento "controlar"; a continuación, la determinación de que los estímulos causan ciertas respuestas y determinar las respuestas producidas por cualquier estímulo.
       
Detengámonos un poco en algunas consideraciones sobre el subjetivismo y el objetivismo.
       
Una relación cognitiva - Sujeto y Objeto - el conocimiento base de la demanda de subjetivismo en el tema. Él es el centro de gravedad del conocimiento. El mundo de las ideas y el conjunto de los principios del conocimiento se encuentran en el individuo - es que depende de la verdad del conocimiento humano.
       
Recordemos que la palabra "sujeto" no se entiende el tema concreto, individual, sino más bien un tema superior y trascendente. Usted - no el objeto - obtiene el conocimiento de su contenido. Y a través de estos contenidos supremo, estos principios y contenido general, plantea el conocimiento Motivo del edificio. Esto encuentra fundada, por tanto, la absoluta en Dios.
       
En el otro extremo de la relación cognoscitiva, nos encontramos con el objeto - objetivismo. Creo que la ciencia por excelencia, que es el objeto que determina el tema. El objeto es una estructura completamente definido. Estructura es reconstruido por la conciencia en el acto de conocer. En otras palabras, el sujeto reproduce las propiedades del objeto.
       
Bueno, de nuevo al punto donde lo dejamos. Las ciencias nos han dado muchos conocimientos prácticos, útiles y bueno que el lugar a una psicología que pretende ser práctico, útil y bueno - sea una ciencia - simplemente se acepta sin más reflexión. Al hacerlo, también estamos aceptando objetivismo su propia ciencia.
       
Esta aceptación automática de una psicología científica en aparta cada vez más - casi imperceptiblemente - un pensamiento subjetivo, en el que el hombre es más que una máquina que da respuestas esperadas por un programa previamente preparado y lo introdujo - en el hombre.
       
Vuelvo a decir que no podemos discutir los logros de la ciencia, pero luego de estudiar el comportamiento humano, con los mismos métodos utilizados por otras ciencias, exige una mayor y más cuidadosa pensamiento.
       
Cuanto más pensamos que el hombre en términos Goles más tendemos a observarlo bajo un aspecto materialista, mecanicista y determinista y por lo tanto carece de individualidad y libre albedrío.
       
Pasamos de un momento en que la conciencia humana recibido sus contenidos Dios, a uno donde se pone su contenido desde el entorno. Hubo un intercambio - negocian lo divino en lo humano.
       
Se ha dicho que en los tiempos modernos, el hombre está buscando algo para que coincidan. Se trata de una frenética búsqueda de un sentido a su vida. Podría ser conveniente reflexionar acerca de este cambio del centro de gravedad. Pero volvamos al subjetivismo, al menos para nosotros localizar en el tiempo.
       
Soy consciente de que lo anterior es sólo una opinión mal cosido sobre el tema. Creo que todo el trabajo que desea conocer acerca de un tema, debe basarse completamente en la literatura y / o una investigación experimental (en la bibliografía es esencial). De lo contrario no podemos saber lo que significan los términos y nos hizo nuestra imaginación, grado de conocimiento o de lujo el significado que atribuimos a ellos.
       
En la opinión de los psicoanalistas, este trabajo parte de una premisa que eliminaría casi toda la ciencia de nuestro siglo: hechos observables. No estoy de acuerdo. Sin embargo, no lo ignore si quieres defender mi posición, debe defenderse de una manera científica leyendo más y tomando nota de la bibliografía de mi trabajo para que mis palabras pueden ser definidos.
       
Por otro lado, creo que incluso después de esto se hace, estoy en posesión de mi penúltima opinión sobre el tema y no de su conocimiento - por no hablar de la verdad.




la niña de ojos azules

     El color azul de sus ojos me mostró el camino a seguir, la verdadera senda para alcanzar la felicidad, la dicha suprema. El horizonte me esperaba ansioso, aguardaba mi llegada para leer atentamente los últimos poemas que pude arrancarle a la noche, los múltiples obstáculos quedaron atrás.

     Mis ilusiones desaforadas lograron abrir las puertas recelosas, no sé cómo consiguieron derivar viejas barricadas que no me permitían continuar la senda, no podía ver la luz, mi oscuridad absoluta distorsionaba el tiempo, los relojes, ocultos entre pesadas sábanas de melancolía, gritaban antiguos rencores.

     Aquella niña de ojos azules me sacó del abismo y mis palabras encontraron los auténticos significados de la vida. Surgieron versos, poemas, esperanzas, las palabras sacaban de mi alma los sentimientos escondidos en los rincones inaccesibles de mi ser. Todo era distinto. 

     Pero aquella niña, dueña de mi soledad, se perdió en la niebla, su recuerdo me ayudó a continuar. Sin embargo, el horizonte había desaparecido.


(Primer Premio en el VIII Concurso Literario
de Relatos Cortos de Navas del Rey, 2014)

Hombre o Tritón

Extraída de Google
Soneto blanco





Jamás se vio sirena tan hermosa
reposando desnuda en una playa
sus senos apuntaban a las nubes
y las aguas lamían sus caderas.



Nunca se vio a mujer tan deseable
con languidez tumbada sobre el lecho.
Moldeaban las sábanas de lino
las curvas de pecado de Cristina.


Surgió un tritón del fondo de los mares
que avanzó lujurioso hacia la arena,
y un hombre abrió la puerta de la alcoba.


Ella, medio dormida comenzó
a gemir de placer, y nunca supo
si el hombre o el tritón la penetraba.


... de Alucinación, Sial/Fugger, Poesía, 2004

Elías Quimey se hace realidad hoy



NOTA DE PRENSA


• ¿Cómo surgió la idea para escribir esta novela?

       Me llamó video telefónicamente hablando el protagonista, Elías Quimey, desde no sé qué día, mes o año de un futuro más o menos cercano. Me llamó y me dijo que estaba harto de que interfiriera en su vida, harto de que los mares digitales se alteraran con lo que él consideraba chorradas sin importancia de mi ínfima e inútil vida de humano afincado en la escritura de principios del siglo XXI.
       Como podrás comprender me quedé paralizado. Yo estaba por entonces escribiendo mis memorias, las memorias de un recién jubilado, así que, sin tener en cuenta lo que me podría pasar, inconsciente que he sido siempre, pues le dije que se dejara de lamentaciones y que me enviara todo el material que le estaba estorbando en su plácida existencia post humana. Y él va y se descarga con un tocho/archivo de más de seis mil páginas. 
       Así que me pongo a leer y veo que me gusta ese mundo post humano - siempre me han gustado las historias de Ciencia Ficción -; que ese mañana está lleno de referencia al mundo en el que vivimos en la actualidad, que de alguna manera extraña e inconexa lo define, lleno incluso de referencias a mi propia persona, como si mi yo humano mortal tuviera algún sentido no ya en el total de La Humanidad, que sería pedir lo imposible, si no más allá de la propia puerta de mi propia casa… 
       Y así surgió todo. Lo único que he hecho yo es decidir hasta dónde llega esta primera parte de una novela de Ciencia Ficción que me fue dada de forma impensada y que por su desmedida extensión bien pudiera llegar a una tetralogía de alrededor de las trescientas páginas para cada una de las partes, que es lo que creo quedará legible/comprensible de las seis mil páginas post humanas recibidas.

• ¿Qué tiene en común con las escritas anteriormente?

      Con las dos primeras novelas “Destino Final” (INCIPIT, 1995), y “Lienzos del Pasado” (BmmC 2001), nada en absoluto, ni en temática, ni en estilo. Con “El Autobús 538” (VISION LIBROS, 2010), y con “El último tercio del crepúsculo” (VISION LIBROS, 2011) el ahondamiento en la búsqueda de una voz narradora propia que se define por el uso de grupos temáticos breves, a veces muy breves, que se alternan, que se siguen, se solapan, se complementan, y que son el eje central de la propuesta literaria con la que se va a encontrar el lector. A esto hay que unir el uso arbitrario de diferentes personas narrativas, primera y tercera del singular, preferentemente, pero también primera y segunda del plural, lo que le da sin duda una visión poli estrófica al modo de narrar.

• ¿Estás trabajando ahora en algo?

       Estoy, en relación con este tema y como ya he dicho en la pregunta primera, en reducir a algo comprensible las seis mil páginas que me ha largado mi migo Lilu, digo Elías Quimey. Aunque no desisto en la escritura casi diaria del micro cuento, algún que otro verso unido a otro verso que parece un poema, y que publico en el Primer Diario Literario Global Corporativo de La Red, con dirección electrónica http://www.escritores-en-red.es , del que soy su Director, y del que me siento muy, pero que muy satisfecho. También en levantar y consolidar mi Casa del Escritor, asunto del que daré cuenta en otro lugar. 

• ¿Nos puedes describir tu sitio de trabajo?

       Pues tengo un flexo encendido que ilumina el teclado, la mesa sobre la que escribo, y un poco de la auxiliar en la que están los diccionarios: RAE, María Moliner, Usos del Español, el de dudas, uno enciclopédico, uno inglés español, otro francés español, etc. El resto de la habitación está en penumbra. Los libros leídos que hay que volver a leer siempre, esos que dicen de cabecera, y los de consulta están en la estantería que hay a mi espalda: no sé, unos trescientos o cuatrocientos. Una pantalla de ordenador grande. ¡Ah!, que se me olvidada, y las tres velas perfumadas que arden a mi derecha, más allá del ángulo de visión de mis ojos, frente por frente con la puerta de entrada de la habitación: una huele a naranja, dos a mandarina, para que las Xanas que me dictan todo estén como en casa. Y una estufa, abajo a la izquierda, que soy muy friolero; por eso llevo siempre, en todo tiempo, un jersey de lana de llama baby que me compré en Aguas Calientes, Perú, hace algunos años. Escribir así es realmente fácil. Más si uno está masticando sin parar regaliz de palo, que es mi pasión secreta, y que me traen de forma privada de un lugar que no voy a desvelar aquí.

• ¿Hay algo que te gustaría hacer y aún no has tenido la oportunidad?

       Sí, tomarme una cervecita muy fría sentado arriba del todo del Monte Olimpo, en el Planeta Marte… y ver si es verdad lo de las serpientes carnívoras de las que habla Elías Quimey en esta novela, que no te puedes perder, te lo juro.

• Un libro de tu infancia sería…

       Primero fue el comic Pantera Negra, luego las veinticuatro entregas de Tarzán que yo conozco, también ese “Cierto olor a podrido” con el que descubrí que había gente que lo estaba pasando realmente mal mientras yo me pasaba las horas muertas leyendo sentado a la lumbre, y con la que se me abrieron unos ojos que no se me han cerrado ya nunca. Ni “La nave” de Tomás Salvador me ha congraciado con el mundo después de aquello, novela ésta que estimo de lectura obligada para todo el que quiera entender de qué va esto de la Ciencia Ficción, y que leí en abril de mi año dieciocho. 




¡Flores de Katmandú, cubrid la tierra!

En el contexto de actos en ayuda a Nepal, comparto con vosotros;as el poema que leí en el Ateneo de Madrid en solidaridad con la asociación "Creciendo en Nepal".


 ¡FLORES DE KATMANDÚ, CUBRID LA TIERRA!

Por las herzianas ondas
llega inmenso el espanto
de una mujer, de un niño,
de un hombre que eres tú
de un hombre que soy yo.

Su duelo es el alud
que sabe de zozobras
que sabe de amarguras
y que por sí me alcanza
en su extremo dolor.

¡Flores de Katmandú, cubrid el valle!
Orquídeas, jazmines, rododendros...
amortajad los cuerpos de las víctimas
hundidas en la tierra con horror.

Nepal, tu sufrimiento
es foco que ilumina
la compasión, aguja
que la brecha sutura
con la fuerza del rayo.

Con pasión he querido proclamarte
nombrándote en mil formas, compasión.
Y al nombrarte me sabes a Nepal
y tu nombre me alivia y me consuela
que humano sentimiento solidario
y alivio de Nepal es compasión.

Y no puedo ni quiero pronunciar
tu nombre quebrantado sin tristeza
que la pena por quienes han caído
sepultados en vida es compasión.

Necesario a tu llaga es el ungüento
de nuestra mano amiga y mi exigencia
por no poder mirar, Nepal, tu angustia
sin que todo me mueva a compasión.

Compasión, aguja
que la brecha sutura
con la fuerza del rayo,
a tu amparo se acogen
una mujer, un niño,
un hombre desvalido
en el techo del mundo.

Testigos del dolor
orquídeas jazmines rododendros
mostrad su llaga abierta.

Heraldos de la vida
de la esperanza perlas
abiertos corazones

¡FLORES DE KATMANDÚ, CUBRID LA TIERRA!



A la salida del Ateneo. De izquierda a derecha: Isabel Miguel, Mahmud Sogh, Elvira Daudet, Carmina Casala, José Luis Torrego, Antonio Capilla, Jesús Urceloy y Marisol Huertas.

Hasta vaciarme


Me han crecido unos pies en el centro del insomnio,
incansable derviche transito en armonía
la pesadilla y el sueño
girando mi centro hasta vaciarme.

A la sombra de un mezquite



Anexo lo que se ha publicado sobre 
mi libro de cuentos "A la sombra de un mezquite"


       Este libro es un viaje, un recorrido de espacios y tiempos, inicia a la orilla del río Bravo, bajo la sombra de un Mezquite, árbol que crece fuerte al frío y al calor, a la falta de agua o a la abundancia, indomable para el hacha, y el fluir de la bronca corriente de ese importante cauce que tantas historias y leyendas ha inspirado. Su narrativa recorre diferentes estados de México y de los Estados Unidos, algunos países de Europa enriqueciéndose y ahonda sus raíces en España.
       Inspirados en las andanzas del autor, nace este compendio de cuentos, con un fuerte sabor a norte mexicano. 

Mirada

Extrída de Google






Subes la acera a golpes
por el peso de tu coraza
que se quedó pequeña,
tapando tus ojos con un antifaz
bordado en espuma de canela.


Sílabas de porvenir angosto
suenan en una guitarra
a gemido azul te quiero,
que ayudan a recoger
las alas de las libélulas
satisfechas, al morir cada día.


Te peinas el alma,
que no se le enrede nada,
por las calles del deseo
por si tus ojos prendados
encuentran su mirada.

Fin de las obras




       Me he gastado demasiado dinero en sanear las paredes que levantara el abuelo nada más llegar de sus tres años de mili africana, en blanquear esos techos abovedados que tanto me gustan, en revocar las paredes y poner una alfombra de baldosas sobre la tierra, en el patio interior, que estaba hecho una pena.
       La he decorado a mi gusto, para que los fantasmas que la habitan sepan que tomo posesión de ella, que ahora es mía, la casa del escritor. 
       Pero no sé si esto tiene valor alguno, porque todo esto es automático, todo esto estaba programado en mis genes.



Por cierto, estará en alquiler a partir de marzo de 2016.

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Acceso a la vivienda desde la entrada del Patio Interior
Sala de Estar desde la futura Biblioteca.
Sala de Estar desde el dormitorio

Continuará...


Día de San Isidro Labrador


                                                   




Hoy todo ha sido una lucha
y ahora te voy a contar,
ya tengo ganas... y muchas
de contaros mi pesar.

Me fui a la Puerta del Sol
y fue difícil hallar
un chulapo o una chulapa
con su mantilla o con chal.

Y vi un grupo de extranjeros
de la China en un portal,
decían… “un hervidero”
es Madrid. ¡Es colosal!

Y yo me fui muy prontito
en el metro hasta mi hogar,
hoy no había calorcito
y sí afán de redactar.

Una verdad manifiesta
el Patrón, por tanto oid
Hoy es mi día...mi fiesta
¡15 de mayo en Madrid!
                         









Buzón de barrio


Tiene hambre y está quieto,
siempre en la misma esquina
por donde doblan todos los silencios.

Cuando alguien se le acerca se emociona.
No escatima sonrisas.


Algunos solo ven, cuando le miran,
una curiosa pieza de museo
pero él se siente útil.
No quiere jubilarse, todavía.


Tuvo tiempos gloriosos
en que había trajín a todas horas.
Le gustaba ese ritmo,
pero ahora los mensajes
viajan
de otra forma.


No sé por cuanto tiempo
podré seguir mirándole cuando no se da cuenta.


Una noche cualquiera
lo arrancarán de cuajo, como al resto.
Despertará la calle, en ese instante,
con un crujido de palabras rotas
y lo echaré de menos.


la madrugada es la amante

LA MADRUGADA ES LA AMANTE

ideal de mis palabras,
a ella me entrego
cada noche,
en su interior busco
la senda misteriosa
que me permita huir
de los fantasmas del pasado.

Bajo su amparo soy libre,
me interno por los huecos
de los atardeceres olvidados,
trato de recuperar los tesoros
con los que un día fui feliz,
las viejas canicas rodaron
hacia guas imposibles.

Mis viejos soldados
se niegan a perseguir indios,
tampoco quieren jugar
a las chapas.

Qué estupidez!

Prefieren partir de viaje
y recorrer los paisajes
con sus ojos cansados,
envejecidos por el polvo
ingrato del ayer.

Quieren vivir tranquilos
sin ninguna responsabilidad.

La madrugada me permite
regresar a la niñez
pero seres desconocidos,
extraños, pretenden robarme
las ilusiones del alma.

Seguiré jugando al solitario
con mi soledad.

"El yo digital de Elías Quimey"

Fragmento 2


     Me llamo Quimera y soy una bicicleta, una bici de transporte, no una de carreras ni una de montaña. A mí me gusta pensar que soy una bicicleta de peregrino, o de aventurero, o de escritor en busca de tema; que soy especial, vamos. Tengo dos ruedas con cubiertas de grueso taco que se agarran al asfalto como cola de carpintero, un cuadro de aluminio que no pesa ni dos libras y media, y un manillar modificado en forma de cuerno de toro para que quien me dirija pueda ir a su aire, más doblado sobre mí cuerpo o menos; a gusto del consumidor. Los frenos son de disco, como los de los coches, no de zapata como eran los de las bicicletas antiguas. Tengo, además, unos amortiguadores delanteros de muelle para por si hay que meterse en tierra de rastrojo, piedra, tronco de árbol muerto o en un barrizal, que el camino tiene esas cosas. El porta—equipajes, aunque parezca endeble no lo es; puede con algo más de veinticinco kilos, que no es poco. Cuando llevo las alforjas estoy hecha un primor, para una foto de portada de revista. Y en el triángulo central llevo dos porta—bidones de agua y una bomba de inflar, por si sufro algún atentado contra la integridad física en mis cámaras de aire.
     Tomé conciencia de mi identidad el día uno de julio de dos mil catorce, a las siete en punto de la mañana, frente a las murallas de Toledo, en el mismo instante en el que el yo digital que habita en Adrián Carvajal encendió las luces para el inicio del viaje al Fin de la Tierra. La Puerta de Bisagra me dejó con la boca abierta — ¡qué belleza! —, bueno, es una manera de decir, ya sabéis que las bicicletas no tenemos boca; y la urbe de detrás del muro de piedra me asombró aún más. Ver la Ciudad Imperial con los ojos electrónicos de un niño poeta conectado a una Inteligencia Artificial — un súper, súper mega ordenador con conciencia propia que te va dando información más que de sobra de todo lo que ves — es algo de cine, algo fantástico. Bajaban, por ejemplo, los románticos versos de Gustavo Adolfo pendiente abajo hasta las plácidas aguas del río, en largas lianas de luz plateada; y los rumorosos y acalorados poemas de Garcilaso, en pequeños grupos de figuras espectrales, como turistas de once sílabas alegres, o mariposas danzarinas de luz dorada. Al mismo tiempo agitaban los mares digitales el temblor de "Los desterrados". Toda esta maravilla, se alzaba en pequeñas cadenas de viento y humo de rosas, y yo los veía como un poema de los "Poemas de la luz y la palabra", sobre la frente de Rafael Morales, incendiando el silicio con cintas del amor. Y abajo del todo, al lado del junco y la arena y el canto rodado, la voz del profesor Benito de Lucas con su niñez de muchacho pobre en la mano. Todo se mezclaba formando una sinfonía que entraba directamente en el alma. Todo aparecía para quedarse, para formar, de allí en adelante y para la eternidad, parte de la vida propia.
     Así de agitado marchaba el corazón del niño poeta, el corazón de Adrián, que es quien me lleva, el niño que desapareció el mes pasado junto con todo el Circo del Sol de la explanada en la que, ahora ya solitaria y ausente, se alzan las Carpas del Recinto Ferial de La Peraleda.



Recital poético de don Miguel Ortega Isla


       Estimados socios, en esta ocasión solamente quería hacer una pequeña reseña del acto al que asistí ayer por la tarde en la biblioteca municipal de Retiro, en Madrid. Se trataba de un recital ofrecido por nuestro miembro más veterano, Presidente Honorífico de EnR y uno de los fundadores de nuestra asociación, Miguel Ortega Isla.
       Un gran escritor, un excelso poeta. No digo que sea el mejor de los que personalmente conozco, pero sí puedo confesar que es el que más me gusta, con el que más disfruto cuando le leo y no digamos cuando le oigo recitar sus poemas, como ha ocurrido en esta ocasión. Un lúcido escritor de cerca de noventa años, que con voz poderosa y entusiasta declamó sus poesías con una maestría impresionante. Me emocionó, al igual que a todos los que allí estábamos. No demasiados por desgracia, poco más de veinte, lo cual demuestra lo tonto que es el género humano, seguramente ahora mismo habrá cien mil personas en cierto estadio viendo como veintidós personas corren tras un balón para darle una patada, y además pagarán un montón de euros por entrar allí; y se emocionarán e incluso sufrirán de forma tremenda cuando vean al que consideran su equipo ganar o perder el partido, los entiendo porque hace no mucho también era yo así.
       Lo de ayer era gratis, y allí había cultura, arte, sensibilidad, humor, denuncia, vivencias, amor, erotismo y todo lo noble que puede contener el espíritu humano. ¡Hurra por Miguel!, un narrador que utiliza el lenguaje poético para contarnos algo interesante y no para otra cosa. Es un maestro, ¡ojalá le tengamos muchos años todavía con nosotros!
       Un saludo y disculpadme los "futboleros".