La envidia anda suelta...

       LA ENVIDIA ANDA SUELTA por los pasillos del alma; baja los ojos al toparse conmigo. Qué siniestra la veo pasar caminando de puntillas para hacerse invisible, pero no, su opacidad se va haciendo más oscura mientras pasea con sonrisa misteriosa en la comisura de los labios. Vuelve la cabeza, me mira impertérrita , intenta seducirme con un par de magnolias que recrean la pureza en su imagen. El alago da la cara, frasea. Me miro al espejo y con trazo asimétrico no me reconozco; rompo en mil pedazos ese rostro deforme; lloro, me seco las lágrimas, la miro de frente y le digo: –márchate muy lejos, yo no soy tu amiga–.
       LA ENVIDIA se regodea, ríe a carcajadas, me sigue, vocifera un alarido y repite cansina: –no te librarás de mí fácilmente. Toma resuello, alarga su mano hasta mi nariz aguda; el hedor que desprende me deja inconsciente. Tras veinte minutos, despierto. La ENVIDIA ha sembrado en mis dientes. Voy al aseo, tomo el cepillo y la crema y froto con fuerza, me sangran las encías, mas la inmundicia no sale. ¡Piensa, piensa, piensa…! me asesora la mente; sólo un corazón limpio puede vencerla.
       Cojo el bisturí, me abro el costado, extraigo el músculo, lo introduzco en la lavadora y tras el lavado le pongo más suavizante del habitual que pongo a los tejidos; le seco con cuidado, lo coloco en su sitio y coso. Perfecto, todo ha acabado, me digo… Antes de darse cuenta, la muerte le pone las galas blancas y se la lleva.


Objetos inútiles

Extraída de Google


       El cerdito de barro que lleva en el lomo una ranura para las monedas está en la estantería, delante de los últimos seis tomos de la Historia Esencial de España. A la derecha de los libros están las cajas con las cintas de plástico del viejo reproductor de DVD: la trilogía de Matrix, Gladiator, y otras tres que asoman por detrás de las dos cajas de pañuelos de papel de sobremesa.
       Los libros no he llegado a abrirlos. Las películas ya nos las puedo visionar, el reproductor murió de inanición hace años; y los pañuelos de papel son cosa de ella.

Los recuerdos

Extraída de Google

       Descubriréis el cuarto al final del pasillo un año después de que la primera avería en vuestra casa haya sido resuelta. Ahora que todo es nuevo y que todo funciona no necesitáis nada para seguir viviendo; con sólo una brizna de ilusión es posible que el orbe todo gire, que el baile de la existencia se sostenga en su eterno viaje. Pero luego, más allá del tiempo, de repente, aparecerá el pasillo abierto en medio de cualquier pared de vuestra casa.
       Y al final, la puerta; y al otro lado de la puerta, en una caja de bombones precintada, los recuerdos.  

Cálido conformismo

Extraída de Google

Cálida mi parsimonia, enfrentada al reto diario,
fortalecida por los mentideros impresos,
por las plácidas diatribas, pulcras, sin mancharse.
Cálida y sobria mi falta de esperanza,
retenidas las acciones fuera de guía.
Viajados los dineros.


Cálida mi sinrazón, que por razones ambiguas aparto.
Envejecidas la ideas copiadas e inservibles.
Eludidas las veredas que salen de su autopista.



Cálida ignorancia, abrigada de incultura.
Defendida por el fuel.
Y en el campo muere la vida.

Sí, cálida muerte, mucho antes del entierro.
Cálida mi Zombieland.

Premonición

Extraído de Goolge

     No me gusta nada esta blusa, tan dura y áspera como un corsé y tan apretada bajo el pecho, y hasta la cintura, y aun así sin realzar nada, pero nada, de verdad, nada, mi figura. Tan sin adorno alguno, ni un volantito, ni un detalle de pedrería, tan a lo simple y sin florituras que casi me siento preparada para acuadrillar ese grupo de lechuguinos que se llaman toreros y que salen ahora a la plaza, tras el caballero de verde estampa, cuando el eclipse de luna total está al caer, cuando la sangre hierve más allá del entendimiento humano.

¡Cambio de hora!


Un año más y nos toca
corregir de nuevo la hora...
así que cierro mi boca.
¡Me acabo de enterar ahora!
¿Barrunto si adelantar ?
¿O quizás es atrasar?
¡NO! …a las “2” serán las “3”…
mi intención es recordarles…
¡El “cambio de hora” esta vez !

Monarquía y república

 
Extraída de Google

No somos dueños de nuestro destino,
las decisiones que tomamos
están condicionadas
por las circunstancias de nuestra vida.

Yo aspiraba a ser
presidente de la república
y terminé casándome
con una militante
del partido monárquico.
Quemé todos mis libros
y tuve que escribir mis ideales
en el libro de sueños imposibles.

Mi hermanita soñaba con ser reina
lucir una corona de diamantes
y habitar en palacios.
El tiempo fue pasando
y no se presentó
ningún príncipe azul.
Terminó casándose
con un recaudador de hacienda.
Ya ni siquiera pudo hilvanar
sus sueños de grandeza.

Yo soy yo y mi circunstancia.
Nos dijo don José
Ortega y Gasset.


... de "Mis personajes se pasean por La Red", 
Colección "Li-Poesía, Nº 7", 2011

Lo que somos


Extraída de Google
       Él está sentado en una silla de madera y mimbre. Lo tienen atado con una soga humedecida en aceite. Se le nota en la cara el cansancio, la falta de sueño. Hay una multitud de personajes abajo. Samsagaz Gamyi, Sam, sube por la blanca y ancha escalera de caracol. Hay una música de cuerda y viento que perfuma el ambiente, casi inapreciable. Viene descalzo, los pies cubiertos de pelo, como es habitual en él. “Hola, Santiago”, dice. Él le mira, hace un esfuerzo y le sonríe. Tiene los ojos vidriosos, como empapados en alcohol.
       - No te preocupes, Emilio vendrá por ti. La amistad es un vínculo muy fuerte. Mira lo que hicimos Frodo y yo. Los dos solos, contra Él. Nosotros, lo minúsculo, contra Él, lo Eterno, lo inmenso. Tu amigo no podrá llevarte la carga, ésa es sólo tuya. Pero te acompañará, cargará contigo si hace falta.
       Santiago vuelve a sonreír. Agacha la cabeza. Deja que sus pensamientos caigan en el desagüe de la indiferencia. Luego levanta la vista, clava sus ojos en Sam, y con una voz delgada, casi inaudible pregunta:
       - ¿Dónde está él?
       - ¿Quién? – pregunta Sam.
       - Tolkien.
       Sam levanta la mano derecha, se la lleva al corazón.
       - Aquí – dice.
       Y luego le pone la mano en la cabeza a Santiago.
       - Y aquí.
       - ¿Somos pues únicamente lo que escribimos?
       - Sí – dice Sam – sólo eso.
       

¿Se mata con la risa?


Cuando habla el pueblo, pudiera parecer que se le engaña. Tal vez sí, tal vez no... Pero lo que es muy cierto es que, incluso en los reveses, la risa que no nos mata es sana.

¿Se mata con la risa?



Y dijo Zaratustra
y es Nietzsche quien nos habla:
"Se mata con la risa
la cólera no mata".

No es que yo piense así
pues la risa que es sana
es destello vital
de la chispa que inflama
el leño de la vida
que la vida propaga.

Mas pensemos ahora
que tal vez las palabras
con que empezó el poema
de otra risa nos hablan.

Porque vemos también al que la risa
por fingido semblante adusto cambia
para hablar al humilde 
con mendaces palabras
mientras de él se ríe
en la mesa del sátrapa.

Así que sí otra risa yo convoco
antídoto de la risa canalla,
es la risa que barre
que fulmina que arrasa
y aniquila el poder
de aquellos miserables que te engañan.

Yo os pido sí la risa como réplica
de los que ríen siempre sin templanza
para el mal de los más
cuando inocentes y confiados andan
creyéndose de veras
sus falaces palabras.

Así que sí que os pido
que una gran carcajada
ponga fin al engaño
y a la risa malsana
de los que así se mofan
de los que en ellos cifran la esperanza.

Y esta risa es verdad
que es la risa netzscheana
que mata la mentira del tirano
que al inocente embauca
que al inocente oprime
que al inocente acaba..

La Montaña de Crom





Sobre las nubes eternas del mundo
entre nieblas extrañas y tenebrosas
el viento sopla frío y sereno
las almas vagan tristes y silenciosas 

Una montaña se alza sombría
como una lanza atraviesa el cielo
y en sus escarpadas laderas
el fuego se transforma en hielo

Allá en la inalcanzable cima
sentado en un trono de piedra
un dios permanece en silencio
rodeado de profundos ecos de guerra

Es su barba negra y espesa
sus puños fuertes como el acero
y en su mirada oscura y salvaje
se revela un carácter fiero

Él te concedió valor al nacer
otro regalo no cabe esperar
Él te otorgó fuerza al nacer
tu propio destino habrás de forjar

No le pidas ninguna ayuda
pues sólo te enviara males
Vive tu vida con pasión y coraje
Por tu mano demuestra que vales

Y cuando un día al fin mueras
y ante Él relates tu saga
dile que eres digno de que te reciba
pues tu alma conquistó su Montaña

Corazonada

Extraída de Google

Escribo.
No es bueno dejar pasar la inspiración
cuando andamos escasos de recursos.
Son letras a corazón abierto,
las que ganan el pulso a los relojes.
Guardaré la compostura si es que puedo,
perdida ya la cuenta
de las noches sin dormir,
sin poder escribir ni un solo verso.
Actúo como si nada.
Ha pasado ya el Carnaval
y no he tenido tiempo.
Me arranco el disfraz de los domingos
pero aún queda la máscara.


Seguir corriendo

Extraída de Google

       Las escaleras de bajada al Metro. -La vía al submundo- dice mi hija. De escasa luz, tropezando con los restos de las cenas y desechos farmacéuticos de sus moradores nocturnos. ¡El olor! Es como adentrase a ciegas en una realidad paralela, esa que atraviesas rápidamente para evitarla cuanto antes, espoleado por los tirones de los niños.
       Yo les digo que –ahí vive la gente que evita el nuestro- la otra realidad. La que no les quiere, empujándolos hasta aquí. La que por muy limpia e iluminada que esté, les es estéril y les agrede. 
       Me dice mi hija – si hay dos realidades, es que nos encaminamos a una tercera. Es la evolución papi- ¿Qué puedo responder sin causarles un trauma? Que el problema de este mundo somos nosotros, que serán ellos en un futuro. Solo puedo agarrarlos bien y seguir corriendo.

Tan lejos de todo

Extraída de Google

       Estoy sentada a la mesa y mis ojos no ven con nitidez el final de la misma, de tan lejos como está, de tan oscuro como está. Esta luz de fuego y este olor a manteca de cerdo ardiendo bailan en el aire una danza ancestral y me hacen lagrimear. El tenedor pesa lo menos medio kilo y el cuchillo otro tanto, y tienen ese color de la plata desgastada por el uso de los años. El plato tiene un hilo grueso de oro en el borde. Y la copa de vino. Y el capuchón metálico del tapón de cristal de la botella. En su oscuro vientre verde oliva aguarda el resto del vino que forzosamente he de tomar.
       Estoy engalanada para la ocasión y el vestido rojo deja al aire mis hombros.
       A mi izquierda Freddie Kruger, con su cara en carne viva y su deshilachado jersey de lana a franjas horizontales negras y rojas. No se ha quitado el sombrero siquiera, pero sí las afiladas navajas barberas con que se te aparece en los sueños. Las manos desnudas están abandonadas sobre la mesa, ancladas en la inmovilidad. Y me mira tan desesperadamente como a ti. La hondura del invierno que habita en su corazón, que no es poca, se hace presente. Y en sus ojos la lejana soledad de los degollados, ese punto de terror que hará que desees despertar y no puedas.
       Sin saber por qué la carne me arde; y Ella, de pie, toda de negro, como un jinete lobuno lejano y solo, a mi lado,lo sabe.
       A mi derecha Don Manuel Bueno, el sacerdote. Impecable su sotana, impecable su alzacuello blanco, impecable su corte de pelo engominado y su triste mirada de cordero indeciso ante la cruz, impoluta su piel de cera y su palidez de tinte fantasmal. Tiene las manos en actitud orante, sus manos, las manos que bendicen; y los ojos prendidos en el dolor carnal que presupone el rostro de Freddie, sus ojos, los ojos que han escrutado la inmensidad de los cielos en busca de lo eterno y sólo han visto el eterno presente azul de la altura de este mundo. Pese a todo, todo él irradia calidez. Y sus labios se mueven. Y si presto atención puedo oír incluso el bisbiseo de una oración. La oigo tan nítida como siento ahora la ligera brisa que de repente me agita los cabellos.
       Los tres tenemos en el plato tres langostinos rosados que forzosamente hemos de tomarnos.
       Estoy sentada a la mesa y engalanada para la ocasión. Y si sigo mirando hacia el fondo veo que al lado de Freddie se acomoda José Luis, con pajarita. Y cuando usa su sonrisa de Mister Bin, maldita la gracia, que no la veo, la cara se le deforma y se transforma en la del muñeco poseído por Charles Lee Ray, el mismo enigmático juguete que tantas angustias nos hizo pasar hace unos años. Así que lo prefiero serio, aunque en su rostro se superpongan otras caras, una tras otra, sin descanso. La negra boina inconfundible, la estrella roja, el puro y la barba de Ernesto, por ejemplo, o la mano izquierda de Vladímir Ilich Uliánov, levantada sobre la frente y la calvicie, bajo una hoz y un martillo bañados en sangre.
       Por eso los ojos se me van a la derecha. Y allí veo a José María, al lado de la sotana de Don Manuel. Iglesia y Estado es la canción antigua que se oye de fondo. Y es como un gregoriano, sobrio, poderoso, autoritario, casi convincente. Hay un cierto olor a podrido, o a quemado. Y si escucho más allá, si me esmero por aprehender el ruido de fondo, advierto los cantos utópicamente esperanzados de la secta cristiana ante la muerte, bajo la bota del emperador de Roma, o el alarido de los judíos en las cámaras de gas, bajo el yugo hitleriano; e incluso, los clamores de las brujas en la hoguera inquisitorial.
       Y me siento horrorizada. Y me pregunto qué estoy haciendo yo aquí en esta Noche Buena, tan lejos de todo lo que amo. 


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       Pero no hay tiempo para más. 
       Ella toma la palabra y nos obliga a comer. El primer langostino cae en nuestros estómagos y todos los comensales del ala izquierda desaparecen. Ella sigue hablando, levantando la voz sobre el silencio. Y nos comemos el segundo langostino, y todos los comensales del ala derecha desaparecen. Finalmente, Ella, sin previo aviso, se deshace en el silencio.
       Me quedo sola, ante el último langostino. Entonces aparece el niño, desnudo, caminando sobre la mesa, desde el fondo, hacia mí, rubio como un sol, sonriente como una flor. Yo sé quién es. Por eso le pido que me muestre la verdad. Sé que él es el único que puede hacerlo. Y todo cuanto sé de mí se va transmutando en él. Es como entrar en el olvido y saber realmente lo que está pasando.
       Entonces Ella, en el límite mismo de mi existencia, me ofrece la copa del vino que obligatoriamente he de beber. Y bebo. Y vuelvo.  



Daniela

Extraída de Google

       Daniela recorrió la casa como un tornado arrastrando y tirando todo a su paso, destrozando cualquier objeto que le trajese el mínimo recuerdo de Eduardo.
        Salió de allí y se juró a sí misma no volver a vivir nunca una vida de humillaciones, de insultos y de vejaciones, pero cuando iba a coger el autobús pensó en su casa: sucia, desordenada…, y en que él se enfadaría cuando llegase.
       Se paró frente al bus, dio media vuelta, volvió a su casa y se puso a limpiar todo antes de que él regresara.



Mil vidas vividas contigo

   



Mil sueños alojados en mi costado,
en el nervio,
en el alma que no juzga ni conjuga la distancia.
Mil sueños en la raya que divide el horizonte,
                                             a la deriva
violando el paladar de tu boca con mi boca en los eriales
                                                                      [ de la vida.
Blancos,
bajo una piel de primavera,
mil sueños trenzados en silencio,
mil sueños crecidos en la carne por anhelo
con el pregón desnudo de mis manos
silabeando tu cuerpo,
                                  amándote de cuajo.
Mil sueños asidos a tu boca,
al tibio silencio de tus brazos,
fortificada frontera de la noche,
a solas con tu piel, muriéndome en mis venas.

De andar por casa

       Hay un vaso sobre la vitro cerámica, todo luz sobre lo negro, a un metro de la ventana por la izquierda, a un metro de ella por la derecha. Le falta un dedo para colmarse. Ella está de espaldas a la puerta de la cocina. 
       Llega él, la abraza y le da un beso; y le pide disculpas, y le dice que la ayuda que necesita de ella es otra cosa que un zumo. Que está bien licuar las naranjas, pero que otras son sus necesidades.
      Ella está agotada, tiene en la cara esa mueca de cansancio de quien está a punto de tirar la toalla, y en los ojos la mota de profundidad de cuando niña es ahora una habitación oscura con sudoraciones febriles.
       Por eso él, en un intento de soltar lastre, se acerca al vaso y dice:
      - Este vaso no contiene un zumo de naranja. Mira, desde el borde hasta la superficie del líquido es aire, y de ahí para abajo es amor, un amor amarillo, como el sol en la cara en los días de primavera.
       Luego lo prueba, y seguidamente pregunta si le ha añadido azúcar. Ella dice que no. Entonces él concluye:
       - Así es el amor que me trae este vaso desde tus manos, dulce elixir de la vida.



Mi identidad


Extraída de Google


Desperté
con las manos
hinchadas de llanto
y el corazón envuelto
en telaraña,
los ojos vendados
sin consuelo de nada
ni de nadie,
mojé
mi desamparo en el café
en la última lluvia de madrugada
que conoció la acera
de mi calle.
Caminé en la pregunta,
Quién fui la última vez
que estuve en la acera
de quién sabe qué
lugar ...,

frontera,

Mundo.

Asamblea General Ordinaria



       Queda convocada públicamente para hoy 23 de marzo de 2015, a 17:00 en primera convocatoria, y a las 17:30 en segunda.





La
ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA 
DE ESCRITORES EN RED



Lugar:
Asociación de Escritores y Artistas Españoles. C/. Leganitos, 10. 1º dcha. Madrid



"Intoxicados y tóxicos", una comedia de Carmen Baena Salamanca


     Hola compañeros de EnR. En esta ocasión os quería comentar el último libro de Carmen Baena Salamanca, que acabo de terminar. Ella es una de las principales escritoras de Ediciones Atlantis y personaje mediático bastante conocido debido a sus enormes responsabilidades profesionales como médico forense de la Audiencia Nacional.
     Se trata de una narración humorística basada en su propia experiencia laboral cuando prestaba sus servicios en el Instituto Nacional de Toxicología. En ella nos describe aquellos casos, seleccionados entre miles, podéis figurároslo, que constituyeron las consultas más hilarantes, disparatadas e inocentes; y sobre todo desprovistas por lo general del dramatismo de otras, tenerlo por cierto, con las que se podría escribir por el contrario, más bien un ensayo sobre los horrores que acontecen a diario al género humano.
     Por supuesto, Carmen, las trata con todo respeto, benevolencia y caridad, sabedora de que quizás en el momento de su consulta, supusieron para sus protagonistas también tremendos dramas personales debidos sobre todo a su ignorancia y poca cultura, a la avanzada edad o a los nervios desatados por situaciones imprevistas.
     Aunque esta autora, pese a todo su prestigio, es una mujer de lo más sencillo y humilde, y no se considera a sí misma como una buena escritora, tengo que alegar que en realidad es una excelente literata. No por que nos atosigue con recursos lingüísticos para demostrarnos su oficio, como hacen algunos academicistas, sino por que nos transmite con una fuerza desbordante todo aquello que nos pretenda contar.
     Así lo hizo con su primera obra, “Descansen en Paz”, que no me atrevo casi a recomendar precisamente por su terrible dramatismo, no es una lectura apta desde luego para cualquier público, donde nos narra casos reales, quizás solo ligeramente modificados, de autopsias que ella misma tuvo que acometer. En ella, no es precisamente la crudeza de las disecciones descritas lo que inquieta a sus lectores, que también, sino el trágico destino de los difuntos protagonistas que les ha llevado a la morgue. Es un libro magnífico, pero ya os digo que no lo veo para uso de gente muy sensible.
     Mas en esta ocasión nuestra amiga nos obsequia con esta entretenida comedia que sin duda os hará reír a mandíbula batiente. Y luego, aparte de los hilarantes casos telefónicos, hay otros relatos, un poco más largos, en principio tratados como si fueran también consultas telefónicas, que en realidad son humorísticas críticas a ciertos personajes conocidos de la autora.
     Pues bien, aquí Carmen ha escrito con tanto arte, que yo en un primer momento hasta dudé que pudiera ser obra suya, puesto que tenía por más desenfadado su estilo. En verdad la narración alcanza un nivel magistral, digno de aplauso, jugando con las palabras y las frases, desarrollando conceptos complicados de definir. En fin, me quito el sombrero y me atrevo a pedirle, a pedirte Carmen, que por favor no dejes la escritura, creo que vales mucho más de lo que piensas.

     Un saludo amigos.

El amor

Extraída de Google
       Él, ahora, me acompaña todos los días a la iglesia. Se lo he estado pidiendo a Dios durante muchos años. Y desde que le descubrieron lo del cáncer, cuando ya no puede más y se le suelta la lengua, dice que ha dejado de escribir, que no puede concentrarse. Pero sigue ante la pantalla mucho tiempo… Bueno, menos que antes; aunque es verdad que no le oigo teclear. Ahora viene conmigo de compras; que si un pantaloncito, que si un bolso, por ejemplo.
      Y yo le miro de reojo cuando le oigo rezar, a mi lado, ante el Corazón de Jesús. Antes, si lo hacía, lo hacía por lo bajini. Ahora es en voz alta. Y se le llenan los ojos de lágrimas con aquello de “aquí estoy para hacer tu voluntad”. Las lágrimas no caen de puro milagro. Él dice que esto que siente ahora es terror, que en toda su vida de hombría jamás ha sentido esto; y que por eso no puede escribir.
       Y está muy sensible; enseguida se me pone a llorar. Cuando entro en su cuarto las musas siguen dormidas. Y él me mira con esos ojitos de perro apaleado con los que sabe mirar. Me da mucha pena. No le digo nada, ¡qué le voy a decir! Me acerco a él, le abrazo y lloramos juntos. Nos empapamos de lágrimas; y yo finalmente tengo la sensación de que de alguna manera inexplicable nos hacemos un único dolor, y que nos vamos a curar.




La Chispa de la vida

Extraído de Google



       Al oír la llave venía. Adivinaba su contoneo. Expresión dulce, siempre las mismas palabras.
       Verdaderas.
       Se tiraba a mis brazos salvajemente. El resto de la tarde un baboseo continuo.
       Por la noche… no dormíamos…
       — Chispa quieres no hacer ruido con ese hueso. Mañana uno blandito.
       Era mi vida más perra.



Esteban



       Nosotros estamos desnudos, tumbados en la camilla. A nuestra derecha y abajo, más allá de los dos estudiantes de medicina en prácticas con batín blanco, de pie a nuestro lado, pegada a una pared pintada de verde que se ve con claridad que es un tablero de madera que hace un apartadillo en una habitación más grande, hay una mujer en un lecho. Lleva una mascarilla de oxígeno que la convierte en un objeto médico, como nosotros.
       Nuestra anestesista está a la izquierda. Nos dice que tenemos setenta y dos años. Nosotros advertimos el error y se lo hacemos saber. No eso es el peso, y tampoco es correcto, que ahora son setenta y tres. La anestesista dice que llevamos razón, que a veces pasan cosas como ésta, que una se salta una línea y lee lo que no debe. Nosotros estamos tan nerviosos que ni nos damos cuenta de lo que acaba de pasar. Estamos en el estudiante en prácticas de nuestra derecha que por primera vez pone una vía intravenosa. Le tiembla la mano y hace daño. Nosotros le preguntamos el nombre. Y el estudiante dice que Esteban. Nosotros le decimos que recordaremos que Esteban hizo prácticas con nosotros. Él nos mira con una cara de incredulidad y susto, como si los pacientes no fuéramos realmente personas peligrosas, personas que pudiéramos poner una denuncia y acabar con sus sueños de cirujano de un plumazo. La anestesista nos pregunta si estamos nerviosos y nosotros le decimos que sí, que mucho, que tenemos mucho miedo. Ella y su experiencia nos miran sin rastro de humanidad. Luego dice. Bueno, pues no te preocupes, vamos a oxigenarte un poco, para que te tranquilices. Y nos pone una mascarilla que nos cubre nariz y boca, y nos convierte en un objeto clínico, y nos dice, respira hondo. Lo hacemos una vez. Otra vez dice. Lo hacemos, lo queremos hacer. Nos dormimos.
       Cuando despierto el intruso que me devoraba las entrañas ya no está. Estoy solo, otra vez. He vuelto a los brazos de mi amiga. El monstruo se ha convertido en un mal sueño. Creo.

Resort 5*

       No se lo podía creer.
       — Pero si tienes piña natural, mango, aguacates y una deliciosa ensalada de langosta con frutos del mar.
      — El truco habitual para engañar a los turistas…



       — Mujer, el hombre barbudo de las puertas nos lo dejó bien claro.
      — Ya sabes lo que pienso sobre la censura y las restricciones - contestó ella, agitando su melena cobriza.
      — Hay ocho restaurantes temáticos y un vegetariano de lujo. Elije uno, el que prefieras, tienes a tu disposición cuanto de comestible hay en la flora y en la fauna… Pero por favor, Eva, otra expulsión no.
      — He dicho que me comeré la manzana y punto.

Pequeña gira

     Pequeña gira por algunos pueblos de la provincia de Córdoba con el fin de llevar a cabo varios actos literarios. 
 
    Invitado por dos buenos amigos de los que hablaré a continuación, el miércoles marché camino de Lucena para poder estar el jueves por la mañana en el CEIP Nuestra Señora del Carmen, en el que da clases como profesor de inglés José Puerto, con el fin de impartir un taller de poesía a los grupos de 4º, 5º y 6º de primaria. El taller giró en torno a LÚA, la perrita que protagoniza el poemario homónimo y que deleitó con sus peripecias a los niños y niñas de este colegio, los cuales escucharon de viva voz del autor algunos de los poemas del libro. A continuación trabajaron por equipos, no sin antes entrevistarme brevemente para el periódico del colegio, y se entregaron a sus primeros escarceos poéticos. Os aseguro que no solo aprendieron sino que además se divirtieron de lo lindo; por lo tanto, miel sobre hojuelas. En el recreo, que sirvió de intervalo entre las dos sesiones dedicadas a la actividad con sendos grupos de 4º/5º y de 5º/6º, pude charlar con los maestros y maestras mientras tomábamos un piscolabis que nos ofreció generosamente José. Experiencia, pues, entrañable que guardaré para siempre en mi recuerdo.   
       Por la tarde Raquel y yo partimos a Priego de Córdoba, donde nos esperaba Maricruz que nos recibió con el calor de la amistad, ya que a la mañana siguiente teníamos que estar en el IES FERNANDO III EL SANTO del que es profesora de inglés y al que fui invitado por ella, como coordinadora del ciclo de “Encuentros literarios”, para impartir a los alumnos de segundo de bachillerato una conferencia enmarcada en dicho ciclo y que patrocina el Ministerio de Cultura mediante el “Plan de Lectura y Biblioteca”. Vaya, pues, desde aquí mi reconocimiento y mi amistad para todos los alumnos y alumnas del IES, así como para el claustro de profesores y su equipo directivo.
       La misma tarde del viernes seguimos nuestra pequeña gira hacia Llanos de San Juan en donde, nuevamente, José Puerto nos recibió para enseñarnos la almazara de la Sociedad Cooperativa Andaluza Olivarera San José de la que es socio. Hacía tiempo que Raquel deseaba conocer “in situ” el proceso que sigue la aceituna hasta convertirse en aceite: pero os aseguro que no solo ella admiró las instalaciones y el funcionamineto de la maquinaria, también yo seguí con la máxima atención las explicaciones de José y de un operario de la almazara que nos atendió muy amablemente y al que, desde aquí, reiteramos nuestra gratitud.


     A las 21.30 h. nos encontrábamos ya en el salón municipal de la sede de la Asociación Artefacto de Rute en el que tuvo lugar el recital de POESÍA Y MÚSICA PARA EL MEJOR AMIGO gracias a la iniciativa de José y a la magnífica organización de Mª Dolores Moreno, Mariano y todos los miembros del GRUPO DE PROTECCIÓN ANIMAL DE RUTE. Debo añadir que me sentí arropado en la lectura de mis poemas con las magníficas actuaciones musicales de los ruteños PACO & MARIANO, IGNACIO ROVIRA Y MISCELANEA. Así que, además de ser obligado y de justicia, es para mí una auténtica necesidad el darles las gracias a todos, público incluido naturalmente. Y, cómo no, mi gratitud sin límites al Excelentísimo Ayuntamiento de Rute que estuvo representado por Manuel Muñóz, teniente de alcalde, y Mª Dolores Peláez, Concejal de Cultura.



    

Hacia el mismo lado.

Como soy un poco vago, dejo un poema recitado

"Tierras de fuego" de Carmen García-Comendador

Extraída de Google

       Carmen García-Comendador es de Madrid, aunque ella se considera medio riojana, cántabra y toledana. Comenzó a escribir a los once años y desde entonces no lo ha dejado. Estudió Filología Inglesa en la Universidad Complutense de Madrid. Su actividad profesional se centra en impartir clases de inglés extra-escolar a niños y personas mayores de modo privado o como voluntaria en Majadahonda. También se dedica a la traducción y es monitora en el grupo scout 217 Matterhorn desde hace veintiún años. Viajera empedernida ha visitado gran parte de Europa y África.
       Como escritora ha participado en diversas antologías: Gigantes de Lilliput (Antología de micro-relato bajo el sello de NW y ediciones Atlantis), A Este Lado del Espejo(Antología de relatos a favor de la asociación sevillana Acercando Realidades que trabaja con menores en situación de riesgo), En-Redados (Antología poética bajo el sello de nw y Legados ediciones), Golpe a la Corrupción, Golpe a la Violencia de Género y es autora en solitario del libro Moon Noon(También publicado por nw ediciones Atlantis). Su estilo literario se puede describir cómo romántico sumergido en el género fantástico que domina magistralmente. Sus trabajos se centran tanto en la poesía como en la narrativa, es una escritora completa.
       Tierras de Fuego es el primer volumen de cuatro que tiene planteado escribir Carmen desarrollando la historia de Haku, el protagonista.
       Se trata de un viaje, Haku se va en busca de su mejor amigo, el Inocente, su sombra. Está preocupado porque falta desde hace unos días y teme que le haya ocurrido algo. La acción transcurre en varios escenarios. Primeramente nos encontramos en el dormitorio de una niña, Eva, a la que antes de dormir todas las noches su padrino, Orson, que es escritor, le cuenta y dibuja una historia… 
       Comienza entonces el relato del viaje de Haku desde su hogar (La isla del cangrejo) situada en un lugar indeterminado del Universo hasta la Tierra donde visitará varios lugares, conocerá a diversas personas y vivirá aventuras. Pero lo que él no sabe es que no es el único que ha partido en busca de El Inocente… que algo está pasando en el mundo de los sueños y las pesadillas y que también le buscan a él.
       El tiempo se mezcla en la fantasía del cuento, trasladándonos a épocas impensadas, es como si nos metiéramos en una máquina y viajáramos por el mundo de los cuentos de uno a otro sin espacio de continuidad(Peter Pan, El Principito, Aladín, Tintín con el capitán Hadock, Alicia, Merlín, Las mil y una noches.. )
       Además de Haku, el Inocente, Eva y Orson, a los que ya he nombrado aparecen muchos más personajes en este primer libro.
       Una pregunta que me hice al terminar la lectura fue ¿Hay personajes buenos y malos como ocurre en la casi totalidad de los cuentos, de las historias? Pues después de reflexionar y releer pasajes del libro yo me atrevería a decir que alguno de los que nos pueden parecer “malos” presenta un tipo de tristeza, de amargura, de dolor incluso que hace sentir por ellos una cierta compasión e intuimos que algo muy grave ha debido sucederles para que se comporte del modo en que lo hacen.
       Cada personaje es especial pero a mí me han llamado más la atención alguno de ellos, como ocurrirá con cada uno de los lectores del libro.
       ABBA: El bibliotecario de la Isla del Cangrejo y paradigma de la sabiduría, son famosos sus quevedos de oro.
       LA ROSA DE LOS VIENTOS: Una brújula que solo señala el Norte y que siempre dice la verdad.
       ANTOINE: Astrónomo solitario y entrañable que no acaba de comprender a Haku ni este a Antoine.
       SONNE, PRÍNCIPE DEL SOL DE MEDIANOCHE Y SUS CABALLOS DE HUMO Y ARENA: Muy complejo. Se adivina en su pasado un misterio. Su personalidad intriga y, en cierto modo, sobrecoge.
       DAVY JONES: El rey de las pesadillas
       ANATOLE: Pirata y ladrón…
       Y EL AMA que aparece de soslayo casi al final y que intuyo un papel muy importante en las próximas entregas.
       El libro está estructurado en treinta y un capítulos, un epílogo, tres poemas una pequeña prosa final y un apéndice. Además Carmen escribe un apartado en el que caracteriza los personajes principales. He contado 44 citas de autores muy diversos que encabezan los capítulos o se insertan en los dibujos tan exquisitos que ilustran el libro. Estas citas introducen perfectamente cada una de las entradas.
       Presenta un lenguaje claro, fluido y muy cuidado plagado de referencias al mundo de la fantasía, de la imaginación y la creación literaria. Detrás de todo ello hay, sin duda, un trabajo intenso y gran dedicación a la perfección estilística. Abundan los diálogos y las conversaciones entre los personajes que nos hacen reflexionar sobre temas tan actuales como profundos desde la ingenuidad de un niño que no entiende el mundo de los adultos al que encuentra absurdo. Es un canto al valor de la amistad en su más amplio sentido sin egoísmos y con la naturalidad que solo saben expresar los niños y aquellos adultos que no han perdido su niño interior. La conversación de Haku con la Rosa de los vientos es una muestra deliciosa de este canto a la amistad. Hay varias.
       Carmen hace que nos demos cuenta de la enorme importancia de la fantasía y de la imaginación en un mundo totalmente falto de ellas. Un mundo en el que sobran mercaderes y políticos, en el que falta la magia.
       Por último decir que creo que pocas imágenes hay tan bellas y sugerentes como la de un niño en su habitación, (una habitación en la que no se admiten telediarios, periódicos ni temas actuales porque de eso ya hay de sobra fuera) en su cama y un adulto leyéndole un cuento o inventándose una historia y es así como empieza este maravilloso libro.
       Esperamos con impaciencia “Los ladrones de arena” para continuar ese viaje de Haku en busca de su sombra, El Inocente, que es en definitiva lo que hacemos cada uno de nosotros constantemente, buscarnos.
       Muchas gracias por su atención.



Libertad, ¿para qué?


Extraída de Google
   
Aquel lunes de abril, la plaza se llenó
de gente endomingada agolpándose frente
al balcón del ayuntamiento
para vitorear al nuevo alcalde.

Cuando el señor alcalde
se asomó la balcón municipal,
estallaron los "bravos",  entusiastas aplausos,
y voltearon las campanas.
El cura y el alcalde militaban
en el mismo partido.  


          — Queridos convecinos.
          ¡La Libertad por fin es vuestra!  


Los gritos le impidieron por algunos minutos
poder continuar.  


           — Queridos convecinos desde ahora    
          y bajo mi mandato ¡La Libertad es vuestra!
          En este pueblo, por ejemplo,
          si queréis ir al cine  ¡nadie podrá impedirlo.  


Flamear de pañuelos, gritos, lágrimas.


          — Y si por el contrario en este pueblo
          queréis ir al teatro  ¡libres sois para ir!  


Después  que el nuevo alcalde
saliera varias veces al balcón,
la muchedumbre poco a poco
se disolvió por las tabernas
a mojar el gaznate seco de cánticos y gritos.


El alcalde olvidó, deliberadamente,
que en su pueblo no había ningún local en donde
pudiese proyectarse una película
o montar una obra de teatro.


... de "Mis personajes se pasean por La Red", 
Colección "Li-Poesía, Nº 7", 2011






¡ Single !


                           
Si van al cine estàn solos
y si al teatro tambièn,
sola estoy en el Apolo…
¡y no me lo paso bien!


Siempre veo las parejas
sean dos o sean tres
y no expongo aquí una queja…
¿o tú piensas que lo es?

Me parezco a un bicho raro
o gendarme de un cuartel,
dicen que el amor es malo…
¡también dicen sabe a miel!

Y me resulta imperioso
escribir mi parecer,
¡qué fastidio tormentoso!...
tampoco tengo papel.

A mi lado una señora…
tiene un boli por favor?
porque la inspiración ahora...
hace mella en mi interior

Atenta busca en su bolso
me lo entrega sin rubor
y para mi es asombroso
su tajante malhumor.

Su pareja, su marido
¡era todo un picaflor!
no estaban bien avenidos
y les faltaba el amor.

Soy “single”, y lo refrendo…
leo este verso en un bar,
y si a tì te sobra el tiempo…
..te gustaría charlar?




Recital-conferencia



     Ya desde Madrid, mando un abrazo al alumnado del IES FERNANDO IIII EL SANTO de Priego de Córdoba al que tuve el placer de dirigir este recital-conferencia enmarcado en el ciclo que coordina la profesora y poeta Maricruz Garrido. Gracias, chicos/as, por vuestra acogida de la que guardaré siempre un grato recuerdo.

Versillo travieso




       Este versillo travieso
       que a tu boca va veloz,
       brillante, candente en voz,
       es para medir tu beso
       que como amante embeleso
       rebosa claro de amor.
       Grita fiero con valor.
       y abrasa al sentirse preso,
       mas el beso, en vuelo llora,
       y mi pulso se calcina
       al sentir que se demora.
       Vehemente, peregrina
       mi alma con amor ahora,
       en tu boca lo adivina.

Sobre el espejo del mar

                                                          (Águilas-Vista desde "La Aguilica")


Me abandono más allá del cielo,
los ojos me encuentran
modelando el perfil de una gaviota,
con las manos como alas de aire
en vuelo hasta donde el espacio
es tinta oscura.


Abajo el sol rompe en arcoíris
sobre el espejo curvo del mar.
Duplica la luz de los besos de arena,
del nácar sonoro de los bivalvos,
de los élitros de una mariposa
que estrena sus colores.


A intervalos la claridad huye,
las nubes se adensan,
me ocultan el viento y su dominio,
me cierran el sí del futuro.


Y en cada aleteo
la voz se enreda en la mirada,
busca la huella de ese poema
que encendió una sonrisa
y evaporó la lágrima.


CBA – Recital Junio 2012



¿Cuántas veces...?

Extraída de Google
       No soporto la estupidez humana, menos aún si la estupidez comparte cama conmigo. Mike llegó a sacarme de quicio. En poco tiempo se convirtió en un tipo gordo cuya única afición era beber cervezas frente al televisor. En esa posición de cerdo desparramado su barriga se retorcía, expulsaba vapores etílicos en forma de berridos. Oh, my God! Una tarde tomé la escopeta de mi hermano mientras Mike veía su programa favorito: Mil maneras de morir. ¡Qué asco! Nunca habría imaginado que su cabeza también estuviera llena de sebo.
       Con Steve, sin embargo, fue distinto, el problema es que llegó a hablar demasiado. Se creía un hombre interesante y al principio incluso a mí me lo pareció, pero llegó a un punto en que tanta palabra pedante me descomponía y tuve que callarlo. ¡Para siempre! Un corte en la yugular terminó con sus cuerdas vocales y sus aires de superioridad. Se acabó el hacerme pasar por idiota. Pero el peor de todos fue Pete, con él me estrené en esta tarea de limpiar mi vida de estupidez. Pete fue quien me enseñó a ahogar las emociones a las que esperaba dar rienda suelta al casarme con él siendo aún una cría, y en el que busqué refugio al huir de las violentas y sucias manos de mi padrastro. Pete utilizaba una violencia distinta, ordenaba con la frialdad de su mirada y a través de ella me obligaba a satisfacer sus necesidades sexuales. Fue el más estúpido de todos, porque yo estaba dispuesta a dárselo todo y sin embargo él solo quería de mí aquello. Me molestaba gustarle y despertar en él lo único que era capaz de sentir y a propósito le esperaba fea y desaseada, pero a él nunca le importó. Casarse conmigo fue obtener un derecho sobre mi piel y ese derecho yo lo sufría como si me golpeara con una barra de hierro. Así fue como acabé con él. Le golpeé tan fuerte entre las piernas con aquella pesada barra, que el muy capullo no soportó el dolor y cayó inconsciente sobre la cama. Lo rematé abriéndole la cabeza en dos.
         Después de lo de Pete, el primero, el más difícil, librarme de lo que me enoja se convirtió en algo extremadamente sencillo y en una experiencia, diría, gratificante. Así que los demás fueron muy fáciles: Lee, Mike, Johnny, Steve, Samuel, Cap... Y ahora tú. 
     No me vas a conmover con esa mirada de corderito huérfano. ¿Cuántas veces te he dicho que bajes la tapa del inodoro?

Recuerdos en el Valhalla



 

Mis pasos resuenan en el Salón de los Héroes mientras me encamino al combate que, día tras día, libro con mis hermanos desde que llegué a este lugar.

Alzo la vista y contemplo los escudos dorados que forman el vasto techo... el mágico fulgor que nace en ellos no puede ser descrito con palabras pero bien podría decirse que la luz de todas las estrellas pasa por ellos. Nunca me canso de sentirla y de ver como hace que las armas que porto en mis manos brillen con el Aura del Valor. Enormes lanzas sostienen esos fantásticos escudos y son tan recias que serían capaces de aguantar el peso de Idgrassil, el árbol que da vida al universo entero. Y no menos imponentes son las Puertas Sagradas que dan al recinto de las batallas, donde mis hermanos ya deben haber empezado el entrenamiento de hoy...

Sí, fui elegido para formar parte de los Einherjer, los bravos y poderosos guerreros que moran eternamente en el Valhalla. Tiempo ha que dejé atrás mi carne mortal, mi espíritu fue elegido por derecho, y, por derecho, formo ahora parte del Ejército de Odín, por derecho entono cantos con los hombres más valientes jamás engendrados y mi nombre es recordado en banquetes alrededor de hogueras y ríos de hidromiel. 

Sí, hubo un día en que alcancé el honor supremo, en que los Dioses del Norte se olvidaron de sus asuntos y volvieron sus alegres miradas hacia el campo de batalla en el que reposa mi cuerpo hasta el Ocaso del Mundo.

Llegan a mi memoria en tropel los recuerdos como si fuera ayer,

El horizonte se tornaba etéreo y majestuoso,
El sol se ocultaba y los astros callaban
Y pude ver como del cielo ellas bajaban,
Las nubes reflejaban el brillo de sus armaduras
Su belleza quitaba el aliento que ya no existía

Recuerdo aquel día, sí, aún puedo recordarlo y nunca lo olvidaré...

Con las pocas fuerzas que aun me quedaban
Levanté la cabeza y Le pude ver...
Allí, delante mío...
Su lanza me señalaba y mi destino se cumplía
"¡Mi Señor Odín!", grité... no con mi voz, sino con mi alma
"Soy tu hijo y mi sangre es tuya
¡Mi fuerte brazo está a tu disposición!
Guíame al Valhalla, muéstrame el camino,
Deja que me una a la Eterna Batalla junto a los Einherjer
Deja que arda la furia a través de mi espada hasta que el Ragnarok nos lleve
¡Odín! ¡Odín!"

Recuerdo aquel día, sí, aún puedo recordarlo y nunca lo olvidaré...

De repente Él ya no estaba allí...
Una de sus doncellas guerreras venía hacia mí
Con mirada profunda y una amplía sonrisa me tendió su mano
Yo se la di... y, de repente, yo tampoco estaba allí...
A través de esferas de sueños y océanos de tiempo viajé
Sólo el contacto de su mano hizo que no me perdiera en el Olvido
Mi espíritu fue testigo de la inmensidad de Idgrassil...
De sus ramas que se extienden hasta el infinito

Recuerdo aquel día, sí, aún puedo recordarlo y nunca lo olvidaré...

Al final mi último viaje concluyó...
Y lo pude ver, a lo lejos, mi nuevo Hogar...
"¡Valhalla!" grité... no con mi voz, sino con mi alma
Las Puertas Sagradas se abrieron con estruendo...
La Valquiria que me había guiado en la muerte me invitó a entrar...
Recuerdo aquel día, sí, aún puedo recordarlo y nunca lo olvidaré...
...cuando por primera vez caminé entre escudos dorados y héroes cantando...

Antonio Capilla en Radio Cantillana



Antonio Capilla en Radio Cantillana
Extraída de Google
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