Décimas “Del barro se rehace”





Orgullosa yo me siento,
soy una mera aprendiz,
que aprende de su desliz
sin levantar aspaviento.
Hablamos de sentimiento,
cuando él, dulce se hace,
de dentro solo renace
y del suelo su voz crece,
tal como el verso merece
si del barro se rehace.



Que no cause descontento,
no importa perder cordura,
si versamos con soltura
poniéndole buen acento.
Que no quede sólo en tiento
y el verbo sea espinela,
si de la boca ella vuela
separando paja y grano
en este punto cubano
hecho con mucha cautela.


Y aunque no soy una gata
saltando por el tejado
voy haciéndome un forjado
sin cometer una errata.
Itaca la envuelve en guata,
por el parnaso la vuela
prendiéndola con candela,
enhebrándola en el labio
lejos de todo resabio
por si hay a quien le duela.


Sólo así vamos versando
conformando hombro con hombro,
queriendo causar asombro,
si la vamos engarzando.
La iremos así ensamblando
versando de buena gana
con una buena voz llana
que rompa dentro del pecho,
lo que para mí es un hecho.
¡Debe lucir color grana!