Mujer rota



Se desmayó en gris el blanco
de tu vestido de novia.
Rodaron como las horas
las perlas de la desdicha.


¿Quién dijo que traían mala suerte?


Cierras las puertas al llanto;
habitación incendiada
y haces leña de los muebles
alimento de tu hoguera.


Si crees que llorar es necesario,



hazlo antes de que hierva el agua.
Olvida que sinrazón
desmayó la mano alada
sobre el fuego redentor.


No es fácil ser mujer hecha de encajes.


Puedes huir tras las cenizas,
no ser fiel a tus principios.
Comienza desde la niña
y reescribe tu poema.