Fantasmas del ayer



Y en el silencio ahora herido
por fantasmas del ayer,
me han dicho aquí está prohibido
que yo te vuelva a querer.



Esos días apacibles
en que yo pensaba en ti,
y mi ser era visible
porque cuidabas de mi.


Cuando alcanzaste mi pecho
mi boca fue tu panal,
cuando llegaste a mi lecho
yo me volví manantial.


Fueron años de locura,
años de intenso placer…
y yo no encuentro la cura
a tan dulce padecer.