Teníamos siete añitos

Extraída de Google

       Fue en aquellas vacaciones de verano escolar, cuando arribó desde Mercedes Texas, aquella niña rubia con problemas para hablar español, nos hicimos amigos inseparables.
       Por las mañanas, cogidos de la mano pasábamos el día buscando mariposas.
      Por las tardes me impartía talleres de besos y caricias.
       Y en las noches, trataba de enseñarme los secretos de las relaciones sexuales.




       Desde esos días, las rubias son mi mayor ilusión.