Ahora ésta es mi casa


       La ventana de aluminio; y al otro lado del cristal la reja, y la calle de cemento descascarillado, y la pared de la casa de mi abuelo paterno justo en frente. Se está poniendo muy oscuro, como si fuera a llover. En mi casa - ahora ésta casa que fuera de mi madre es mía - no he visto llover nunca, y me hace ilusión. Sólo tengo un recuerdo de este gris tormentoso de cuando muy niño, quizás no supiera hablar siquiera, sentado a esta mesa camilla, como ahora, a escasos tres metros de donde viene al mundo. 
       Y soy feliz.