En vísperas...

Extraída de Google

       Se lanzan los caballos al ruedo. Están agitados, sudorosos...
      Deben de llegar a la meta sea como sea, y se atropellan los unos a los otros.
       Hay que comprar ese último regalo que se ha olvidado, reponer los víveres en la nevera, < el cava >, el cual no va a ser suficiente; las uvas, que no pueden faltar. Preparar una mesa impecable con sus servilletas, velas y candelabros, las mejores copas y cubiertos de mesa, y no hay tiempo.
       La peluquería, el arreglo de manos, el corte de pelo, el vestuario para esa mágica noche, en fin, que yo me siento ya estresada leyendo todo este ritual de fin de año.
       He pensado que si no nos da tiempo llegar a la meta que nos habíamos trazado antes de que termine el año tampoco lo veo un mal plan. Cuando den las doce y con la primera uva que tomemos, ya estaremos en disposición de dar el primer paso, pues tenemos en nuestra alacena lo principal: esa madeja de hilo con ideas, y proyectos, y podremos, desde la primera campanada, comenzar a tejer nuestro nuevo sueño. 
       ¡Feliz 2016!