Ignorar la flor marchita

Extraída de Google

Me habló una voz pequeña,
sentada sobre mi hombro.
Habló con tanta pena,
que reí, cual feo Ogro.

Ignorando aquellas sitas,
que creí, iban con otro.
Ignorar la flor marchita,
es no saber cual fue su logro.


Y olvidé su simple voz,
distraído de algún modo.
Olvidé, ¡que extraño Don!,
y caí en en el frío lodo.

Intentando recordar,
mientras me hundía y hundía.
Intentar no es lograr,
pero era lo único que me pedía.

Pasaré unos años roto,
hasta recuperar la hacienda.
Pasar, mirando el hombro,
por si vuelves, mi conciencia.