La hermandad de las estrellas


       Durante muchos siglos habían venido celebrando pacíficamente sus reuniones. Solo pretendían que los claros del bosque fueran su espacio de libertad. Era falso su amor por el Diablo, entre otras cosas, porque no creían en él. Pero claro, tampoco eran amigas del Poder establecido, ni de la Iglesia, que era el mismo poder.
       Vestían de negro porque trataban de ocultarse en la noche. Y guardaban sus secretos como una hermandad. La mayoría fueron quemadas pero, algunas de ellas, lograron salvarse disfrazándose con la luz de las estrellas. Las llamaron hadas. Y viven en los cuentos que no escribieron los inquisidores.