La caída del vigilante

Extraída de Google
Ajuste Santiago Solano
       Al principio había una sincronización perfecta, ajustada de microsegundo en microsegundo por el vigilante, no otra cosa que el nexo entre materia y espíritu, entre materia y eso que otros dirían que sólo es conciencia de existir. Ahora comprendo que me haya sentido uno durante tanto tiempo. El vigilante ha trabajado bien durante más de medio siglo.
       Si quería levantar la mano derecha hasta el estante y coger un libro de historia, por ejemplo, era sólo desearlo, nada tan fácil, nada tan natural. Luego la rodilla derecha, de pronto, dijo yo a lo mío. Y ahora, cuando toso, mojo el pañalito.