Extraída de Google |
La Nave, de Tomas Salvador.
Yo también estoy fascinado por la palabra y la tierra que nos cobija. Y leo el libro, y me pregunto por mi destino, y veo un porvenir luminoso más allá del mío propio, como especie. La aparente sencillez con que todo fluye también me conturba. La ceguera de nuestros ojos atados a la rutina también me descorazona.
Yo también quiero saber, me corroe la curiosidad, me siento prisionero del tiempo, de la luz que me abre los ojos, de la oscuridad que me los llena de fantasmas: esas entidades tan reales como el aire que respiro.