Epílogo

Fotografía de Pistol Wish



Levanto el pecho y giro.
Observo bajo el húmedo puño
donde la letra mordida atardece.

Siempre allí,
no quieren dormir,
palpitan y se retuercen estos ojos insomnes,
difíciles de pronunciar y completarse
como un rugido desquiciado. 
Tras el muro tu viento sostenido,
la luz que no aprenderé a empujar,
surrealista,
donde cruje la madera zarandeando mis huesos
bajo las sábanas como impávidos.
Este equilibrio irracional
que sólo pretende tu llegada.
La duda subraya con doble trazo,
haciendo tiempo,
reloj de horas sobre bocas embalsamadas.
Me seduce con su analfabeto esfuerzo
de muecas y semblantes,
tus párpados al viento cavan la distancia esclava,
sin mi voz de súplica,
caligrafía destinada al fracaso.