Lejos




Otoño. Nacen
en la oscuridad, mojan
nuestras mejillas.








       Otoño es cuando la manguera ha sido cortada y el agua no llega a todos los rincones del patio, cuando te tienes que sentar para hacer pis y si te descuidas te orinas encima. Estas lágrimas vienen desde el valle de tu ausencia, y del deseo que sigue estando y que no trae más que una sombra seca que no te quita el hambre. Tú ya no eres él. Él se quedó en el quirófano. 
       La culpa no es tuya, desde luego. La culpa es de tu espejo, que está roto y sangra.