Emma no estaba sola




Demasiadas estrellas,
tantas que no cabían en el cielo.
Por eso se cayeron,
una detrás de otra.


Demasiadas historias
de príncipes valientes,
de doncellas ingenuas
y calladas.


Todas fuimos madame Bovary.
Soñamos y creímos.
Pero aquel era un mundo
diseñado a la carta.


Estamos tan cansadas….
Apagad las estrellas
y dejadnos dormir.