(…) apagó todas las luces, excepto una
cuya llama se estaba extinguiendo ya(…)
León Tolstoi , Ana Karenina
Quería evaporarse.
Convertirse en silencio
y en olvido.
Imposible avanzar
con el alma partida.
Era tanto el dolor…
Se equivocaba.
Retiraron su cuerpo malherido
pero Ana permanece en esas vías
porque el amor no pasa.