Extraída de Gooble |
Llegó la Navidad
del Niño que esta vez se me aparece
entre los indefensos
Las calles resplandecen
y hay gente que llenándose de gozo
ignora la desgracia
como a pariente incómodo.
Mientras la rabia sigue
como implacable endriago
cargando los fusiles
de tanto miserable.
En medio del terror
que no entiende de pueblos…
el alambre de espino
y los muros de acero.
Y es el odio el que observa
la vitrina excluyente
y clava la discordia
y explosiona en la Tierra.
Llegó la Navidad en Occidente,
y hay niños refugiados
que no tienen hogar
e imploran nuestro amparo.
Ojalá que el Nacido se nos quede
en la cuna del alma,
y el mundo que en su espíritu se mece
insufle bien de amor a la esperanza.