Mirando una flor desde muy cerca

Extraída de Google

Mirando una flor desde muy cerca,
llamáronme a corrillo las musas,
convirtiendo su imagen difusa,
me entregue de forma violenta.

Y sentí pétalos mariposeando,
con sus tonalidades sitiando mi cuerpo.
Admitiendo ser presa de un cerco,
las palabras se fueron rimando.


Oh, bella flor que excitas el alma,
con tus aromas doblegas los miedos.
tatuando en el onírico karma,
el más fatuo coste del tiempo.

Sabia ante los ojos eternos,
conquistando la más dura herida,
te alzas arrogante y altiva,
que ante ti arrodillarnos debemos.

Precioso atributo de nuestro mundo,
dominando a tu antojo las formas.
Victoriosa ante el más iracundo,
que junto a ti, ya es esclavo sin sombra.


Mirando una flor desde muy cerca,
llamáronme a corrillo las musas
y dejé llevar, por una dicha tan profusa,
que conservaré su olor, en estas mis letras.