Extraída de Google |
Hola, tú, cómo te llamas. Yo me llamo Miguelito, tengo siete años y vivo en un pueblo aislado y pequeño cuyo nombre nadie recuerda, incluso queriéndolo. Ninguno de nosotros conoce la mar. ¿ Quieres ser mi novia y hablarme de ella ?
Dicen que la mar es azul. En mi pueblo somos tan pobres que ni siquiera tenemos para color tan distinguido. Sólo negro y amarillo. Negro de moscas y beatas, amarillo de trigo, de sol y de calor. ¿ Sabías que la calor es amarilla ?
En las horas de la siesta la plaza está vacía. Mi abuela, siempre enlutada, la cruz musitando avemarías, y traza una pincelada negra que rompe en dos el rectángulo dorado.
¿ Interpreta el oleaje melodías ? Aquí, la música nos abandonó el día en que murió el organista. La campana está rota, el viento silba monótono y nunca encuentra árboles donde modularse en canciones de amor.
No hay en esta tierra mujeres bellas. Se avejentan desde niñas cuidando los rebaños, y languidecen esperando que las saque de este hoyo algún representante de comercio. Los príncipes azules escasean.
Te enviaré una gallina si tú me mandas una ballena. En el granero hay una tinaja donde puedo nadar. Yo le leería tus cartas para que no muriese de añoranza.
Contéstame pronto y dime por favor: ¿Las sirenas van con las teticas al aire?
de " Poemas a la luz de una vela", Morandi, 2000