Brasas


         
          Me están quemando las brasas
 del fuego de tu pasión,
 y mi piel ya se lacera
 mi sexo arde, y toda Yo.


Todo lo tuyo una farsa
que un buen día terminó,
todavía existen trazas
de aquello que nos unió.


Ahora no lloro, no río,
y me invade el estupor;
tengo ante mi un desafío...
¡olvidar al impostor!


Por qué sola va sin nadie,
Por qué no encuentra el amor
Por qué veo en sus pupilas…
“dos gotitas” de dolor.