La casa de Amsterdam

Extraída de Google
Como una foto antigua
de color opaco y largo,
te miro cuando cazas visiones,
te vivo cuando la tarde llora.


Una casa alta y estrecha,
con un rosal blanco en la pared
se come un amor que pasa por allí;
en ella busco el calor de los tulipanes
que en el mes de marzo cubren el balcón,
frente al puente conscientemente vigilado
por los vaivenes del tiempo.


Desde ella, en el canal de la Prinesa,
tomo un vaso de "geneva" muy fría
y, sin darme cuenta, una raíz
crece desde mis pies al agua.


Procuraré esconder tu recuerdo
en el forro de la maleta,
ésa que parece mi segunda piel,
la que tiene dibujada una libélula.


... de "Las piernas de la libélula", 
Colección "Li-Poesía", Vision Libros, 2007