Extraída de Google |
Una ventana muy extraña
que no tiene visillos ni cortinas
y no se abre en la pared.
Una ventana mágica
que siempre está cerrada
y en la que solamente se puede ver la noche.
Y también ha comprado
una varita mágica, aunque él la denomina
mando a distancia.
Con la varita mágica logramos ver de todo:
animales salvajes y partidos de fútbol.
Anoche
pudimos ver una batalla
con cañones y muertos de verdad,
de lo chanchi piruli.
Pero en lo más emocionante
mi papá me mando a dormir.
Yo cometí una travesura
y me quedé mirando
por la rendija de la puerta.
Y ocurrió algo sorprendente.
¡Mi papá prescindió de la batalla!
y trajo a la ventana a señoras desnudas.
¡Qué extraños gustos tienen los mayores!
... de "Mis personajes se pasean por La Red", Tomo II,
Colección de Poesía Claves Líricas,
Vision Libros, 2012